Alerta por un repunte del consumo de heroína entre los catalanes por su bajo precio
BARCELONA, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los usuarios adolescentes de Proyecto Hombre Catalunya adictos al cannabis se han duplicado desde el inicio de la crisis --han pasado del 44% en 2008 al 79% al 2013--, mientras que en el caso de los adultos la tendencia alcista se centra en el consumo de alcohol, teniendo en cuenta que se ha disparado del 15% en 2008 al 35% el año pasado.
Así lo revela el informe anual de la entidad, que ha sido presentado este jueves en rueda de prensa por su director general, Oriol Esculies, quien ha advertido de la especial problemática que supone la "cada vez más alarmante" adicción al cannabis entre los jóvenes catalanes, un aumento que se ha producido en paralelo a una caída del consumo de la cocaína, que ha pasado del 67% de casos atendidos en 2008 al 43% el año pasado.
El perfil de adolescente adicto al cannabis que atiende Proyecto Hombre en Catalunya es muy común: jóvenes con poco rendimiento escolar, trastornos psiquiátricos diagnosticados, baja autoestima, idealización de la cultura del cannabis y conflictos con sus padres.
Precisamente son los progenitores los que acuden a la entidad en busca de ayuda a sus hijos, "algo muy necesario porque cuesta mucho que los adolescentes entiendan por sí solos que el consumo de cannabis que hacen en el presente tendrá graves consecuencias en el futuro", ha manifestado Esculies.
En el caso de los usuarios adultos, el informe anual revela un aumento del consumo de alcohol y una caída del de la cocaína --ha pasado del 67% en 2008 al 43% en 2013--, aunque sigue protagonizando la mayoría de casos atendidos.
Esculies ha puesto el acento en un repunte de la heroína por su bajo coste --ha pasado de protagonizar la adicción del 5% de usuarios al 10%--: "Hay que estar muy atentos a este fenómeno porque la gente sin recursos accede a ella al ser barata; no queremos volver a la epidemia de hace unos años".
USUARIOS MÁS POBRES
La entidad ha atendido en 2013 a 1.819 personas en sus siete centros, una cifra similar a la de años anteriores, aunque "con un perfil muy distinto", ha revelado: las personas que acuden a la entidad son cada vez más pobres y cada vez más mayores, con una media de edad de 38 años.
Mientras que en 2008 trabajaba un 63% de los usuarios de la entidad, el año pasado sólo lo hacía el 31%, lo que evidencia el progresivo empobrecimiento de las personas adultas con adicciones, principalmente los hombres, teniendo en cuenta que sólo un 13% de los usuarios son mujeres.
