El festival acoge el estreno europeo de a película, que transcurre en el interior de un todoterreno
SITGES (BARCELONA), 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
El director argentino Mariano Cohn ha llevado al 52 Sitges Film Festival - Festival Internacional de Cinema Fantstic de Catalunya su nueva película 4x4, una reflexión en torno a la falta de seguridad en su país, un tema "duro, potente, espinoso y punzante", ha explicado en una entrevista de Europa Press junto al protagonista Peter Lanzani, tras su estreno europeo en el festival.
En la película, un lujoso todoterreno está aparcado en un barrio cualquiera de Buenos Aires, y un joven entra en él para robar, pero cuando quiere salir, no puede: las puertas no responden y los vidrios tampoco y se da cuenta de que el 4x4 es un bunker blindado, y la situación es desesperante; el chico está encerrado, y para colmo alguien desde fuera tiene el control del vehículo y parece tener un plan.
Cohn ha subrayado que en Argentina la falta de seguridad y los robos son un asunto bastante presente en la sociedad, siendo un debate de los últimos 40 años, y ha destacado que su tratamiento en el cine resulta "bastante tabú".
En la película, que transcurre en el interior del todoterreno, Cohn trata de situar al espectador en una constante incomodidad planteando si es más malo el asaltante que el que manipula al asaltado: "Los personajes son complejos. Ninguno genera empatía con el público".
Basada en un caso similar en la provincia de Córdoba, su intención era mostrar cómo la clase media tiene naturalizado el problema de la falta de seguridad y "decir una cosa y pensar otra" al respecto.
PERSONAJES "BUENOS PERO MALOS"
Lanzani ha reivindicado que "todos los personajes son buenos pero malos" y ha subrayado que enseguida que el espectador está a punto de tomar partido, aparece otro giro de guión para hacerle cambiar de opinión.
"Es la vida misma. Es la jungla en la que vivimos con la inseguridad de nuestro país", ha dicho Lanzani, que ha tenido que rodar la película dentro de un todoterreno con posiciones de lo más estrambótico, ha relatado.
Con un claustrofóbico rodaje de cuatro semanas, ha asegurado que es difícil moverse y actuar solo, aunque ha asegurado que junto a él se encontraba el director de fotografía, Kiko de la Rica: "No hicimos nada al azar. Todo estaba muy ensayado".
"El personaje es un torbellino de emociones", ha destacado Lanzani, que describe en su interpretación cómo su ánimo va decayendo, y éste quebrándose física y emocionalmente después de unos veinte minutos de tener que actuar como un verdadero león enjaulado.
