BARCELONA, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Spanair y ex vicepresidente económico del FC Barcelona Ferran Soriano sopesa volver al mundo del fútbol pero con una clara prioridad de dejar solucionado el futuro de la compañía aérea, que negocia con Qatar un acuerdo para su continuidad.
Un portavoz de Spanair ha explicado a Europa Press que actualmente Soriano está centrado en la compañía aérea, aunque ha admitido que ha recibido ofertas del mundo del fútbol y económico que "en estos momentos se encuentran aparcadas".
Según publica 'El País', Soriano estudia una oferta del Manchester City inglés para ser su director ejecutivo, un cargo de suma importancia en un club propiedad de un grupo inversor de Abu Dhabi (Emiratos Árabes Unidos) que ha convertido a los 'citizens' en el equipo más poderoso de la Premier League.
En declaraciones a Europa Press, fuentes próximas a Soriano no han desmentido el interés del club inglés y han confirmado que a manos del ex directivo blaugrana han llegado "importantes" ofertas de clubes de fútbol para hacerse con sus servicios.
Por ello, si el acuerdo entre Spanair y un nuevo socio llega a buen puerto, es posible que Soriano acepte alguna de estas ofertas, ya sea la del Manchester City o la de alguna otra 'novia', pues todavía recibe el interés de diversos clubes importantes de Europa.
Soriano, en su etapa como vicepresidente económico del FC Barcelona, bajo mandato del ex presidente Joan Laporta, reflotó las arcas blaugranas y dotó al club de una sanidad económica que fue la base para que hoy en día la entidad siga siendo el ente deportivo con más ingresos por temporada.
No obstante, diferencias con Laporta a raíz de la moción de censura a la que se enfrentó en 2008 provocaron su dimisión junto a otros siete directivos blaugranas en una de las mayores crisis del mandato del ahora diputado catalán.
Desde entonces ha estado alejado del mundo futbolístico pese a formar parte del equipo de Marc Ingla, tras renunciar a ser candidato, en las últimas elecciones a la presidencia del FC Barcelona en 2010 donde Sandro Rosell fue proclamado máximo mandatario por una amplia mayoría.
