La Fundación Lluís Maria Xirinacs inicia una nueva etapa de refundación

Actualizado: martes, 9 septiembre 2008 22:45

BARCELONA, 9 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Patronat de La Fundació Lluís Maria Xirinacs inició hoy una etapa de refundación, con la que pretenden cambiar los estatutos y el patronato, y dar un nuevo impulso de cara al futuro. El acto sirvió, además, para que el actor catalán Joel Joan avanzase detalles del homenaje a Xirinacs en el Palau de la Música el 13 de octubre.

El nuevo patronato, que cuenta con Xavier Espar como presidente, Lluís Busquets como vicepresidente, Agustí Rochet como secretario y Jordi Via como tesorero, dispone, además, de 26 vocales, siete miembros en el Consejo Asesor y tres en el Secretariado Permanente.

Joel Joan explicó que, ante la gran cantidad de gente que se acercó a la Catedral del Mar de Barcelona a despedir a Xirinacs, él y sus amigos pensaron en un homenaje diferente a lo habitual. "Queríamos hacerle un homenaje que no sirviese sólo para la nostalgia sino que lo proyectase en el futuro y le explicase a la gente joven quién era", explicó.

"Teníamos claro que la música debía ser joven, y la puesta en escena, ágil y moderna. De esta manera podríamos combinar dos cosas maravillosas: una, tener la voz de la experiencia con personajes como Mossèn Dalmau, Josep Vila, Rosa Calafat y Oriol Junqueras, que serán los ponentes, combinado con la música de ahora que conecta con el futuro del país, como es el caso de Obrim Pas, Felip Ventura, Adversaris y otros que estarán presentes", comentó.

El actor catalán también explicó que, como Xirinacs "se ha convertido en una figura incómoda para el país", quieren que en su homenaje, que tendrá lugar el 13 de octubre en el Palau de la Música, figuren los testimonios de una serie de personajes públicos como el del ex jugador del Barça Oleguer Preses, los periodistas Miquel Calçada y Antoni Bassas y la cantautora Maria del Mar Bonet, entre otros, que "tratarán de desmentirlo".

Xirinacs (Barcelona, 1932 - Ogassa, 2007) es una de las figuras de referencia para el independentismo catalán. Fue senador en la Transición, candidato a Premio Nobel de la Paz por su reivindicación de la amnistía, y abandonó el sacerdocio en los años 90.

En el año 2000, decidió plantarse diariamente en la plaza de Sant Jaume de Barcelona para reivindicar la independencia de Catalunya, y en un acto reivindicativo en la Diada de 2002, estalló la polémica cuando se declaró "enemigo del Estado español y amigo de ETA y de Batasuna", palabras por las que fue procesado y condenado por la Audiencia Nacional.