GE Power Controls prevé cerrar su fábrica de Terrassa (Barcelona) a final de año

Actualizado: domingo, 8 abril 2007 14:23

BARCELONA, 8 Abr. (EUROPA PRESS) - General Electric Power Controls prevé el cierre de su fábrica de material eléctrico de Terrassa (Barcelona), que emplea a 200 personas, para finales de 2007, según informaron a Europa Press fuentes sindicales. La fábrica de Terrassa se dedica a la fabricación de contactores, interruptores especiales para poner en marcha motores eléctricos (utilizados en maquinaria y ascensores, entre otros) y ha pasado en tres años de contar con 400 empleados a rozar los 200, según el comité de empresa. Esta reducción progresiva de plantilla, que en diciembre se tradujo en 25 despidos, se debe a que desde 2003 se han ido sucediendo deslocalizaciones de departamentos como logística, diseño o el laboratorio de investigación y control. La dirección de la compañía en Budapest (Hungría) baraja la posibilidad de mantener unos 40 o 45 puestos de trabajo de Terrassa para que sigan con la producción en Catalunya de centros de control, un armario distribuidor de electricidad que se emplea en la industria petroquímica y en las centrales nucleares. Los representantes de la plantilla todavía no saben dónde se llevaría a cabo esta producción, si en algún polígono industrial cercano a Terrassa (la planta actual ha quedado dentro del casco urbano) o en la planta de GE en Sant Vicenç de Castellet (Barcelona) --que emplea a unas 165 personas--, aunque esperan recibir más información en una reunión que mantendrán mañana en la sede española de la compañía, en Madrid. De hecho, existía un acuerdo del pasado mes de diciembre entre los propietarios de los terrenos de Terrassa y Sant Vicenç --la familia Agut-- y el comité de empresa para trasladar la producción y toda la plantilla de Terrassa a Sant Vicenç, que sería ampliada, pero tras cambios ocurridos en la dirección, Budapest ha decidido cerrar y deslocalizar a Hungría y Polonia, donde ya cuenta con fábricas. General Electric también prevé la reestructuración de su fábrica de Móstoles (Madrid), en la que pretende reducir la plantilla en unas 40 personas de las alrededor de 300 totales que trabajan en la planta. La dirección de la compañía anunció sus intenciones para Barcelona y Madrid la semana pasada, aunque la negociación entre empresa y representantes sindicales de Terrassa y Móstoles no se iniciará hasta después de Semana Santa