También prevé enviar mensajes directamente al móvil para avisar a la ciudadanía
TARRAGONA, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Interior, Miquel Buch, ha presentado este viernes a alcaldes, sindicatos y empresas del Camp de Tarragona la propuesta del grupo de trabajo sobre emergencias químicas en la zona para evaluar y simplificar los criterios de activación de las sirenas en casos de riesgo químico, además de estudiar el formato actual de las pruebas de sirenas, que se hacen anualmente.
En rueda de prensa tras presidir la reunión del grupo de trabajo con representantes de varios sectores en la zona en el edificio Cat112 de Reus (Tarragona), Buch ha presentado las cinco propuestas de mejora de la gestión de las emergencias químicas que ha llevado al Consell Executiu, ha explicado la Conselleria de Interior en un comunicado.
Las cinco propuestas llegan tras la explosión el martes 14 de enero de un reactor de etileno en la empresa química Iqoxe, con sede en La Canonja (Tarragona), por la que murieron tres personas y otras siete resultaron heridas.
Buch ha asegurado que el trabajo en la materia en Tarragona persigue tres objetivos principales: adaptar la respuesta del sistema de emergencias y seguridad a la "singularidad del riesgo químico en Tarragona", reforzar los elementos de comunicación directa con la población y mejorar las capacidades de análisis y toma de decisiones ante emergencias químicas.
Respecto a la comunicación de las emergencias, ha explicado que prevén mejorar los canales de comunicación directa con la ciudadanía mediante el envío masivo y geolocalizado mensajes SMS al móvil.
Buch ha planteado recuperar el Plan de Emergencia Exterior del Sector Químico de Tarragona (Plaseqta), una herramienta de planificación específica "a medida de la implantación industrial y de los riesgos que conlleva".
SENSORES PARA NUBES TÓXICAS
También se ha propuesto reforzar la implicación de los municipios, "la corresponsabilidad en la gestión y coordinación de la respuesta de las emergencias" implantando los planes locales.
Además, el grupo de trabajo desea diseñar una red de sensores químicos para colocarlos entre la industria y los núcleos habitados más cercanos, para saber de forma automática si hay riesgo para la población por una nube tóxica o inflamable en caso de accidente.
