Veta apuestas, ir desnudo, el 'burka' y colgar ropa en terrazas visibles desde la calle
GIRONA, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Girona ha aprobado este lunes inicialmente la Ordenanza Municipal de Civilidad, que contempla castigar como muy grave y con una multa que puede oscilar entre los 300 y los 1.000 euros el hecho de vender a menores alcohol o productos destinados a ser fumados, inhalados, chupados o masticados.
El texto inicial de la ordenanza ha sido debatido en el pleno municipal y la propuesta a obtenido 13 votos a favor --los del equipo de Gobierno de CiU y el PP--, y 12 en contra de los demás grupos municipales --PSC, CUP e ICV--, y ahora se sacará a información pública para que puedan presentarse alegaciones.
La ordenanza contempla tres tipos de sanciones: leves y con multas de 50 a 150 euros; graves con sanciones de entre 151 y 300; y muy graves con multas de 300 a 1.000.
Entre las muy graves, además de la venta a menores de alcohol o drogas, también destaca la prohibición de hacer apuestas en el espacio público que implique jugar con dinero o bienes.
Defecar, orinar o escupir en la calle o parques, la venta ambulante, mantener relaciones sexuales en el espacio público, ir desnudo o que los menores consuman o tengan en su propiedad bebidas alcohólicas o drogas está totalmente prohibido y hacerlo puede representar sanción grave.
PROHÍBE LA ROPA EN BALCONES
Entre las sanciones leves destacan tirar al suelo papeles o chicles; acceder a edificios públicos con velo integral, pasamontañas, casco o objetos que impidan la identificación; sacudir tapices, alfombras, sábanas o ropa en puertas, balcones y ventanas que den a la vía pública; colgar vestidos, ropa sucia o limpia que agreda a la estética urbana en sitios visibles desde la vía pública, en las aperturas de las casa o los balcones.
Además de bañarse en las fuentes de la ciudad, se veta tirar cigarrillos, la venta ambulante de alcohol, ir en bañador o con el torso desnudo y consumir alcohol en el espacio público.
La ordenanza también prohíbe mantener relaciones sexuales en el espacio público, así como negociar o aceptar servicios sexuales retribuidos.
En el pleno, el alcalde, Carles Puigdemont, ha explicado que el objetivo del texto es regular la actividad en la vía pública y mantener un clima de civismo, de convivencia social y respeto mutuo que fomente las relaciones solidarias y respetuosas, además de modernizar la actual que todavía contempla las sanciones en pesetas.
