LLEIDA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un total de 890 armas de fuego y armas blancas, que se hallaban depositadas por diferentes motivos en la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil de Lleida, han sido destruidas y han acabado convirtiéndose en chatarra.
Agentes de la Guardia Civil de Lleida trasladaron las armas hasta una empresa siderúrgica, para fundirlas y convertirlas en chatarra, ha informado este jueves el instituto armado.
Entre las armas destruidas había 486 escopetas, 6 rifles, 23 carabinas, 42 pistolas, 20 revólveres, 11 fusiles submarinos, 27 armas detonadoras, 42 armas de aire comprimido y el resto armas blancas.
Regularmente, la Guardia Civil de Lleida procede a la destrucción de cientos de armas que han sido intervenidas, bien por estar prohibidas o por haber sido utilizadas en la comisión de hechos delictivos o infracciones administrativas.
También se destruyen las armas que han sido voluntariamente depositadas por sus propietarios por dejar de reunir los requisitos exigidos para la obtención de las correspondientes licencias de armas y, que cumplidos los plazos reglamentarios, tampoco han sido adjudicadas en subasta.
En la subasta celebrada en la Comandancia en febrero quedaron 113 armas de fuego sin adjudicar.
