CERDANYOLA DEL VALLS (BARCELONA), 14 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las hachas fabricadas con rocas alpinas tuvieron un profundo simbolismo social y económico en el Neolítico, por sus valores de producción y uso, convirtiéndose en un "fetiche" de intercambio, según un estudio liderado por investigadores de la Universitat Autnoma de Barcelona (UAB).
Sus propiedades de resistencia a la fricción y a la fractura, que permitían un pulido intensivo y la reelaboración, confirieron a estos artefactos un elevado valor de cambio, clave para la formación de redes de intercambio a larga distancia entre las comunidades del oeste de Europa.
El estudio, que ha analizado los parámetros mecánicos y físicos que caracterizaron la producción, circulación y uso de una serie de rocas utilizadas en la manufactura de artefectos pulidos con filo cortante durante el Neolítico en Europa, ha querido dar respuesta a por qué las rocas alpinas formaron parte de redes de intercambio.
La investigación ha utilizado, por primera vez en la bibliografía especializada, datos comparativos obtenidos mediante ensayos de resistencia a la fricción y a la fractura de las rocas, que han permitido definir valores de producción y uso hipotéticos.
REDES DE INTERCAMBIO
"Las razones que favorecieron la circulación de rocas específicas en redes de intercambio a larga distancia dependen de un patrón complejo de criterios tecnológicos y funcionales", ha dicho la investigador de la UAB Selina Delgado-Raack.
El estudio señala que había ya una concepción económica divergente entre la fabricación de herramientas de otras piedras y la de hachas de rocas alpinas, y que solo las rocas alpinas superaron los límites territoriales y económicos de entre 400 y 500 kilómetros que circulaban otras piedras como máximo.
PATRÓN ECONÓMICO
"La circulación de estas rocas a larga distancia no responde a una lógica funcional y de coste-eficiencia", ha señalado el investigador de la UAB Roberto Risch, sino que obedece más a la capacidad de transformación de una materia mediante la inversión de trabajo cada vez mayor.
Delgado-Raack ha señalado que el patrón económico apunta a que las hachas alpinas no tuvieron un papel como símbolo de poder o ceremonia, sino que funcionaron como "fetiches" en la interacción social y económica entre las comunidades europeas de fuerzas productivas y orientaciones sociopolíticas muy diferentes.