BARCELONA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Barcelona, el socialista Jordi Hereu, reivindicó hoy una gestión "transversal" e "integral", con la participación de la ciudadanía junto a los cuerpos policiales, para erradicar la inseguridad ciudadana.
Hereu hizo estas declaraciones en la obertura del II Foro Iberoamericano sobre Seguridad Ciudadana, Violencia y Políticas Públicas en el ámbito local, que en esta segunda edición se celebró en la capital catalana. El alcalde dio la bienvenida a todas las autoridades presentes y destacó del Foro que "contribuirá" a responder numerosos interrogantes sobre la seguridad urbana.
Dijo que el principal objetivo de Barcelona es el "mantenimiento e impulso" de la convivencia ciudadana, y que solo se podrá conseguir llevando a cabo "políticas transversales de integración e inclusión social". El compromiso del ciudadano con el civismo, y su participación para el mantenimiento del orden y la convivencia en el espacio publico, es "esencial" para sentar la seguridad de las ciudades y la eficacia de la democracia. "En Barcelona el progreso es sinónimo de seguridad, y consecuencia de ello", añadió.
Según el alcalde, el reto de Barcelona es asegurar el bienestar de sus ciudadanos y mantener la cohesión social, generar oportunidades y asegurar el progreso en cada rincón de la ciudad, sin olvidar a nadie y promoviendo la participación de todos.
Señaló también la necesidad de realizar una gestión integral de fenómenos como la inmigración y la violencia doméstica. "La ciudad también debe asumir responsabilidades en la gestión de problemáticas como la precariedad laboral o la exclusión social", añadió.
Ante la presencia de alcaldes y alcaldesas de municipios de países iberoamericanos, aseguró que las ciudades son un lugar de encuentro, un espacio de interrelación y donde se establecen lazos de solidaridad, pero que en ellas afloran "conflictos y tensiones". Así, explicó que la globalización encuentra en las ciudades el espejo de muchos de los procesos y resistencias que trae consigo. "La ciudad es un centro en el que conviven, y en ocasiones colisionan, distintas culturas, generaciones, desigualdades y sensibilidades", dijo.
En un contexto de crecimiento demográfico y recesión económica en el que estamos, estas tensiones, según Hereu, adquieren "especial relevancia". Los gobiernos locales y el resto de administraciones públicas "deben asumir el reto" y ser "conscientes" de que en la ciudad se juega la batalla de la convivencia y la seguridad.
Destacó el papel jugado por Barcelona en cuanto a innovaciones para asegurar la seguridad ciudadana, con sistemas como los juicios rápidos, los sondeos de victimización por distritos, una policía de proximidad en todos los barrios y foros de colaboración entre instituciones, cuerpos policiales y asociaciones de ciudadanos, como la Junta Local de Seguretat y el Consell de Seguretat Urbana, así como una justicia de proximidad.
En cuanto al sistema de seguridad de Barcelona, dijo que avanza sobre tres ejes. El primero es el de la "prevención y gestión de fenómenos", como el de las bandas latinas, haciendo uso del sistema penal y explorando vías de normalización como el registro de entidades jurídicas. El segundo es el de la "proximidad" de los órganos citados anteriormente.
El último punto es el de la "cooperación entre los cuerpos policiales". Hereu destacó el incremento de alrededor del 400%, en 2007, de las operaciones conjuntas entre la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra, principalmente, pero también con otros cuerpos policiales. En la seguridad ciudadana, "es necesario tener más policía pero también más prevención", añadió.
Por último, dijo que las ciudades pueden "contribuir mucho" a tejer una alianza de civilizaciones. "Los Estados deben contar con los gobiernos locales en el diseño, planificación y ejecución de las políticas de prevención y seguridad", concluyó.
