El Hospital Arnau de Lleida promueve talleres para operadas de cáncer de mama

Actualizado: lunes, 6 julio 2009 18:02

LLEIDA, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Hospital Arnau de Vilanova de Lleida organiza talleres para mujeres operadas de cáncer de mama a los que actualmente asisten 92. Según la psicooncóloga Pilar Ribes y el jefe de la unidad, Edelmiro Iglesias, los talleres ayudan a mantener las funciones de pareja, madre y su vida social y laboral.

Los talleres comenzaron hace tres años, según recuerda Iglesias: "Vimos que la patología psicológica que generamos con el diagnóstico y el tratamiento podía durar años y a veces con daños irreversibles y que casi el 40% de las mujeres que tratamos aquí con cáncer de mama tienen menos de 50 años, con hijos pequeños y vida sexual activa".

Para financiar los cursos, la Unidad de Mama ha recurrido a la financiación privada. Iglesias contó inicialmente con una entidad bancaria la que ahora le ha tomado el relevo Supermercados Pujol. Su propietario, Rafael Pujol quiso asumir en solitario el proyecto y dedicó el 0,7% de las ventas de una semana al proyecto.

A los programas de otros años --gestión de estrés, creatividad curativa, musicoterapia y autoimagen-- se suma este año el de acondicionamiento físico, que dirige Pilar Luna en el gimnasio Zenkiu.

Según Iglesias, cada vez hay más pruebas de que las mujeres con cáncer de mama pueden reducir sus síntomas físicos y psicológicos a través de la actividad física de intensidad. También lo ven así algunas de las mujeres que estos días van al taller. "Son fabulosos, podemos estar con mujeres que están como nosotras con las que puedo hablar tranquila.

En casa a veces te quieren consolar y no pueden", cuenta Carmen Campos. Opinión que comparte Rosa Raidó, de 45 años. "Es fantástico verlas reír juntas tras haberlas visto llorar solas a todas", resume Pilar Ribes.

La psicooncóloga asegura que entre el 70 y el el 90 por ciento de las mujeres con cáncer de mama tienen en algún momento un problema de relación de pareja y de ellas, un 15% se separa, porque sus compañeros las dejan.

Según Iglesias, "hay una ansiedad en la pareja, en la familia hay un miedo, un daño en la imagen corporal que nosotros intentamos que sea mínimo y una inapetencia sexual derivada del tratamiento".