El ilustrador Ciruelo Cabral afirma que el arte está "en la mente y el espíritu" y la técnica es "nada"

Actualizado: domingo, 13 julio 2008 14:56

SITGES (BARCELONA), 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

El ilustrador argentino Ciruelo Cabral afirmó hoy que "el arte está en la mente y el espíritu". "La técnica, para mí, es nada", señaló en declaraciones a Europa Press.

Tras cautivar al pueblo americano y, finalmente, a su natal Buenos Aires, que ha dedicado una plaza a sus 'petropictos' --arte de pintar sobre piedra--, Cabral confiesa que "la sociedad americana es mucho más receptiva en cuanto a las nuevas tendencias artísticas que la antigua Europa", aunque reconoce que en Alemania se interesan por su trabajo.

Desde que llegó a España, ha seguido trabajando en proyectos de su país natal. Ciruelo habla con fervor de esas personas que ven y sienten más allá del dibujo: "Yo he visto llorar a una mujer que contemplaba uno de mis trabajos porque decía que yo había logrado transmitir algo procedente de muy lejos; eso, aquí, no lo he experimentado".

Ciruelo se considera un experto en mente y espíritu: "A veces me acuesto y, de repente, asoman a mi cabeza imágenes, muchas imágenes, combinaciones de colores y formas, hasta que llega un punto que no las puedo retener todas en mi mente y debo plasmarlo". Entonces, me levanto y puedo estar dibujando hasta que amanezca", dijo.

La inspiración no es la clave para elaborar sus dibujos; Ciruelo dice que se sumerge en sí mismo y adopta "la condición de canal para transportar, así, todo aquello procedente de la cuarta dimensión" que su mente capta. "Yo hago de canal entre la cuarta dimensión y la tercera --en la cual vivimos--, por eso, cada obra es un pequeño fracaso personal, porque nunca lograré transmitir al cien por cien lo que veo antes de dibujar, por el simple hecho de venir de tan adentro".

Los 'petropictos' --dibujos sobre rocas o piedras que no alteran la forma original del elemento logrando, así, una escultura-- le abrieron otra puerta para dar a conocer sus ideas.

Los 'petropictos' surgieron de una piedra de la provincia argentina de Mendoza y su idea parte de la cultura precolombina. "Cuando elaboro alguno de ellos siento que estoy honrando a la naturaleza porque es la máxima expresión del arte. También me provocan un sentimiento de respeto, por ello, no modifico su forma. Ante la naturaleza siento respeto y admiración", señala.

Para Ciruelo "hay que dejar libre al niño que todos llevamos dentro, confiar en las hadas y en los dragones y creer en la magia".