Implicadas tres personas más por la muerte de un hombre en un local esotérico de Pineda de Mar (Barcelona) en mayo

Actualizado: viernes, 25 agosto 2006 21:20

BARCELONA, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -

El titular del juzgado de Arenys de Mar (Barcelona) que lleva el caso de la muerte de un hombre el pasado mes de mayo en un local de esoterismo de Pineda de Mar ha implicado a otras tres personas, tras detener al principal sospechoso, Carlos Oswaldo P.N., a finales del pasado mes de julio.

Según avanzó hoy 'La Vanguardia' y confirmaron a Europa Press fuentes policiales, el pasado 13 de agosto ingresó en prisión un amigo de la víctima y del primer detenido, de 29 años, como presunto coautor.

Además, dos familiares de este segundo detenido han quedado en libertad con cargos por encubrir a su pariente escondiéndole en casa durante unos días.

Los investigadores creen que el móvil del crimen fue una discusión y descartan que el homicidio se produjera en medio de un ritual esotérico.

La detención de Carlos Oswaldo se produjo gracias a la colaboración ciudadana, a partir de la difusión de la fotografía del presunto homicida en los medios de comunicación por orden del juez de Arenys que instruye la causa.

Los investigadores seguían desde hacía días una pista que situaba a Carlos Oswaldo P.N., de 46 años y origen cubano, en el barrio del Eixample de Barcelona. Gracias a la colaboración ciudadana, los Mossos pudieron confirmar sus sospechas y, sobre las 21.15 horas del jueves, varios agentes vestidos de paisano pudieron detener al presunto homicida en la calle Entença.

El homicidio que se le atribuye es el de Javier G.M., de 25 años, cuyo cadáver apareció en el local de esoterismo 'Chango Videncia', en la céntrica calle Moragues i Barret de Pineda de Mar, el pasado 19 de mayo, una semana después de su muerte.

Los Mossos d'Esquadra encontraron el cuerpo bajo un sofá y sobre un montón de ropa, después que los comerciantes de la zona denunciaran el fuerte hedor que desprendía el establecimiento desde hacía días.

El local fue alquilado hace unos tres años y medio por una mujer, pero el detenido, que vivía en la trastienda, era quien regentaba el establecimiento. El padre de la víctima había denunciado una semana antes la desaparición del joven que, al parecer, pasaba muchas horas en el local de videncia.