BARCELONA, 14 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Ciencias del Mar de Catalunya (ICM) ha alertado de picos de medusas de dos o tres días en las playas catalanas este verano en el marco de una estación muy similar a las anteriores en cuanto a proliferación de estos cnidarios en el litoral.
En declaraciones a los medios, el investigador y responsable del Proyecto Medusa del ICM, Josep Maria Gili, ha augurado aumentos puntuales en la cantidad de medusas en las playas, sobre todo en las zonas más propicias como Roses en Girona, Calafell, Salou y Cambrils en Tarragona, y en Barcelona, según el viento y la climatología local.
"Alerta, sí, pero alarma, no", matizó Gili en declaraciones a Europa Press, reiterando que estas proliferaciones puntuales son "absolutamente normales" y que Catalunya es "el único lugar del Mediterráneo donde uno no debe preocuparse", por las medidas de vigilancia de medusas y los protocolos de actuación a lo largo de todo el litoral.
Así, ha remarcado que la Red de Observación de Medusas opera desde hace diez años a lo largo de 850 kilómtetros de costa, y que previsiblemente se hallarán las especies habituales --'Pelagia noctiluca', Rhyzostoma pulmo', 'Cotylorhiza tuberculata' y 'Aurelia aurita'--.
Para prevenir picaduras y mejorar la recogida de datos, Gili ha reclamado a la Conselleria de Salud que establezca un registro de las personas atendidas a este respecto en los centros de atención primaria (CAP), y que distribuya los protocolos de prevención y actuación ante una picadura en todas las farmacias. Asimismo, ha recomendado que los hoteles incorporen estos protocolos para informar a los visitantes, como ya ocurre en otros países.
Un método de prevención eficaz es utilizar crema solar "abundante", mientras que en caso de picadura el experto ha recomendado no rascarse, retirar los restos de la medusa de la piel y aplicar frío. "La presencia de medusas es un fenómeno normal y debemos aprender a convivir con él", ha apostillado.
NO AUMENTAN LAS MEDUSAS
La también investigadora del ICM Dacha Atienza, ha subrayado que no se constata un aumento de las medusas en las playas catalanas, y que se detecta un comportamiento cíclico de estos animales en el litoral, según el registro de datos de la última década.
Además, ha destacado que en el 80 por ciento de los avistamientos de medusas desde el 2000 las densidades eran muy bajas --no superaban el individuo por metro cuadrado--, y tan sólo en un 6 por ciento de los casos se detectaron densidades superiores.
Tan sólo se observaron medusas entre el 2 y el 7% de las inspecciones en playas, ha apostillado Atienza, quien ha desmentido reiteradamente el aumento de las medusas en el litoral catalán, aunque la situación podría evolucionar por el cambio climático, la sobrepesca de depredadores como atunes y merluzas y el menor aporte de agua de los ríos.
RED DE OBSERVACIÓN
La Red de Observación de Medusas, en la que colaboran la Agencia Catalana del Agua (ACA) y el ICM, extenderá a partir de ahora su labor de seguimiento a lo largo del año, e incorporará una videocámara en su avioneta para geoposicionar los bancos de medusas; cuantificar el número de individuos y estudiar su desplazamiento.
"Es una herramienta muy potente", ha explicado la investigadora, quien ha señalado que puede captar objetos de hasta dos centímetros de diámetro, y que la ACA podrá también utilizarla para detectar manchas de alquitrán y decoloraciones en el mar.
Los voluntarios que participan en la red podrán llamar a partir de este año a un número telefónico destinado a recoger información sobre avistamientos de medusas en las playas, que hasta ahora se facilitaba tan sólo a las cofradías de pescadores.
