Jean Teulé despacha humor negro en 'La tienda de los suicidas'

Actualizado: sábado, 28 junio 2008 17:28


BARCELONA, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -

El escritor Jean Teulé critica con un fino humor negro a la sociedad del futuro en 'La tienda de los suicidas' (Bruguera), una novela acerca del negocio de la familia Tuvache, cuyos clientes siempre compran por primera y última vez, hasta que el hijo pequeño de la familia, Alan, empieza a hacerles ver lo bueno de la vida.

Esperanza y perdición de sus padres, Alan insiste en despedir a los clientes con un "hasta luego" en vez del "adiós" que su madre está harta de recalcarle y, uno tras otro, trata de disuadir a los clientes de suicidarse, ante la mirada atónita de su padre, Mishima Tuvache, que ve cómo se le va a pique el negocio.

"Quería escribir un libro divertido sobre el tema menos divertido que existe", explicó en una entrevista el autor, para quien Tim Burton sería el director de cine perfecto para su novela ya que "es divertido, algo loco y hace muy bien su trabajo".

Sin duda, 'La tienda de los suicidas' tiene el toque lúgubre, decadente y humorístico de las historias que escribe y dirige Burton, pero Teulé ya ha vendido los derechos cinematográficos de su obra a un equipo francés, en el que un productor español quiere entrar en coproducción, según puntualizó el escritor.

EL BESO DE LA MUERTE DE MARILYN.

Teulé, que fue dibujante y guionista de televisión --también ha vendido los derechos para adaptar su obra al teatro y al cómic--, puso a todos los miembros de la familia Tuvache nombres de ilustres suicidas: al padre, Mishima, por el malogrado escritor japonés; al hijo mayor, Vincent, por el pintor de la oreja cortada; a la hija, Marilyn, por la actriz, y al pequeño Alan por Turing, el matemático inglés.

Todos menos Alan están especializados en tipologías de suicidios --que nunca llevarán a cabo porque alguien tiene que atender el negocio-- y una de las más demandadas es la del beso de Marilyn, que tiene la muerte en la boca, como una serpiente, desde que se inoculó un veneno intravenoso, explicó hoy Teulé.

La pequeña tragedia griega de esta novela, marcada por el humor negro, acontece cuando Marilyn se enamora del guardia del cementerio, pero está condenada a no besarle jamás o le matará.