REUS (TARRAGONA), 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Reus (Tarragona), especializado en violencia sobre la mujer, decretó esta tarde el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza por un delito de homicidio doloso para el hombre que el pasado sábado mató a puñaladas a su pareja en el domicilio que compartían en Cambrils.
El imputado, Epson C., de 30 años y nacionalidad brasileña, se presentó la madrugada del domingo en la comisaría de la Policía Local de Cambrils y explicó que había acabado con la vida de su pareja, Marialva A.P., de 27 años y nacionalidad brasileña, confesión que hoy reiteró ante la juez instructora, según su abogado defensor.
A su salida del juzgado, el letrado de Epson C., Daniel Queral, explicó que la Fiscalía consideraba que el crimen podría constituir un delito "más grave que un homicidio", aunque el abogado subrayó que "hubo un arrepentimiento espontáneo" y que "ahora hace falta ver las circunstancias modificativas del caso".
Según la declaración del detenido, el motivo del crimen "impulsivo y de obcecación" serían los celos. De hecho, según la familia de la víctima, Epson C. temía que Marialva A.P. le abandonara tras regularizar su situación en España, ya que estaba finalizando los trámites. La situación de él aún es irregular y los trámites eran más largos que los de ella, según comentaron los familiares.
Por su parte el abogado defensor explicó que el detenido, que estuvo "llorando" durante parte de su declaración, reconoció que el resultado de su acción es "muy grave". El detenido, según el letrado, negó que hubiera antecedentes de malos tratos, aunque la familia de Marialva A.P. asegura que en más de una ocasión llevaba gafas oscuras "porqué él la había pegado".
Según la familia de la joven, en una ocasión llegó a presentar una denuncia ante la Policía, "pero finalmente la retiró". La hermana de la víctima, Lindinalva A.P., señaló que el detenido "era muy violento cuando bebía", aunque "nunca" imaginaron que podría llegar a este extremo.
Lindinalva señaló que, además de confesar el crimen ante la Policía, Epson C. les llamó a ellos para explicarles que había matado a Marialva. Según su versión, les dijo que el niño de 5 años que tiene la pareja "estaba dormido y no había visto nada" y que "ya podían preparar las galletas para el velatorio de ella", indicándoles así que la joven estaba muerta.
CONCENTRACIÓN DE APOYO A LOS FAMILIARES.
Epson C. llegó a los juzgados de Reus a las 10 horas, aunque su declaración se retrasó porque la abogada de oficio designada inicialmente para su defensa renunció, ya que conocía a la familia de la víctima. Finalmente, se designó un nuevo abogado defensor para asistir al detenido durante su declaración, que se alargó durante unas dos horas.
Por otra parte, más de medio centenar de personas se concentraron esta mañana ante el Ayuntamiento de Cambrils para mostrar su apoyo a la familia de la víctima y rechazar la violencia de género.
El crimen tuvo lugar la noche del sábado en el domicilio de la pareja, situado en la calle de las Acacias de Cambrils. Cuando la Guardia Civil llegó a la vivienda encontró el cuerpo sin vida de la mujer en la bañera, con múltiples heridas de arma blanca, y a su hijo durmiendo en su habitación.
FALTA DE INFORMACIÓN
La familia de la víctima piensa, incluso, que el detenido pudo haber drogado al pequeño para que no viera lo que sucedía "porque es extraño que el niño estuviera durmiendo y no oyera nada", afirmó la hermana. El pequeño ha quedado ahora bajo el cuidado de su abuela.
Los familiares de Marialva A.P., por otra parte, denunciaron públicamente la falta de información sobre el caso y lamentaron no saber todavía cuándo podrán enterrar a la víctima. "La madre está desesperada porque no sabemos nada y no puede velar a su hija", señalaron.
De hecho, según afirmaron, desde que ocurrió el crimen no pueden entrar en casa de la víctima, "ni coger ropa para los niños, ni la documentación de ella para iniciar los trámites del entierro". Marialva A.P. y Epson C. iniciaron su relación hace diez años en Brasil y desde hacía tres vivían juntos en Cambrils.
