Levantan la suspensión de empleo y sueldo a cinco mossos imputados por malos tratos en la comisaría de Les Corts

Actualizado: miércoles, 16 enero 2008 19:48

BARCELONA, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Dirección General de la Policía de la Generalitat levantó hoy la suspensión cautelar de empleo y sueldo que se impuso en abril a cinco mossos d'Esquadra imputados por supuestos malos tratos en la comisaría barcelonesa de Les Corts. Los agentes fueron suspendidos después de trascender unas imágenes grabadas con cámara oculta dentro de la comisaría y que muestran supuestas agresiones a dos detenidos.

Según informó hoy la Conselleria de Interior, la decisión se ha tomado porque han transcurrido nueve meses desde la imposición de la suspensión y los dos procesos judiciales contra ellos continúan en fase de instrucción.

La legislación establece que una suspensión cautelar no puede convertirse en una sanción efectiva ni ser indefinida. Además, según la Dirección General, la medida cautelar "ya ha producido sus efectos" y alargarla en el tiempo "podría agravar la situación de los cinco funcionarios".

Los mossos, denunciados por la División de Asuntos Internos de la Policía catalana, se pueden reincorporar a partir de hoy al servicio en tareas de seguridad ciudadana en la ciudad de Barcelona, aunque se les cambia de servicio, y trabajarán en el destino operativo más necesario.

La reincorporación al trabajo no paraliza en ningún caso los procedimientos judiciales contra los agentes. Cuando haya sentencia firme en ambos casos, la Dirección General de la Policía resolverá el expediente disciplinario, aunque siempre estará vinculado a la sentencia judicial.

Los dos casos salieron a la luz en abril, cuando el director general de la Policía, Rafael Olmos, explicó públicamente que la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) investigaba dos supuestos casos de maltratos en la comisaría.

En el primer caso, investigado por el Juzgado de Instrucción número 8 de la capital catalana, Rubén Pérez denunció que el 31 de marzo fue trasladado a dependencias policiales por una patrulla del distrito de Sant Martí para ser identificado, ya que se negó a hacerlo en la calle cuando estaba discutiendo con dos personas.

En comisaría, un cabo y tres agentes --dos de ellos en prácticas-- le habrían dado "puñetazos y patadas" hasta que perdió el conocimiento, según relató ante la juez. En cambio, según la versión de los imputados, el detenido se mostró "agresivo en todo momento", por lo que tuvieron que utilizar la "fuerza mínima imprescindible" para evitar que les lesionara. Al final, le esposaron y le pusieron un casco de moto para evitar que se autolesionara.

El segundo caso, investigado por el Juzgado de Instrucción número 29 de Barcelona, ocurrió el 4 de abril cuando una mossa d'Esquadra abofeteó en comisaría a una detenida, Elena P., de 23 años y nacionalidad rusa, y que salió de las dependencias policiales al día siguiente con 38 hematomas por todo el cuerpo, según un informe médico.