Foto: EUROPA PRESS
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BARCELONA, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los libreros españoles prevén cerrar 2014 con una caída acumulada de entre un 5% y un 6% de las ventas de libros de interés general en España, una tendencia a la baja que "se ha moderado claramente".
Es, de hecho, la menor de los últimos cuatro o cinco años, ha avanzado el presidente del Gremi d'Editors de Catalunya, Daniel Fernández, en rueda de prensa este jueves.
Con una caída registrada al cierre de octubre del 7,2%, el gremio tiene la esperanza de acabar el año con el menor descenso de los últimos tiempos, que no supere el 6%: "Una forma de mirarlo es ponernos pesimistas y decir que el mercado del libro continúa cayendo; y la otra forma es decir que la caída es la más pequeña de los últimos cuatro o cinco años, o sea, que estamos dejando de cavar nuestro pozo".
Con esto, la caída acumulada desde 2010 en el sector del libro ha arrasado con el 40% del volumen del sector editorial; mientras que si se toma 2008 como fecha de referencia, el sector editorial ha perdido 1.000 millones de euros, pasando de una facturación "récord" en 2008 de 3.100 millones, a los 2.181 al cierre de 2013, lo que representa una caída del sector global del 33%.
"Continuamos en un contexto de caída, pero tenemos la esperanza de que a finales de año sea más contenida", ha expresado Fernández, que ha aprovechado para criticar la escasa importancia que se presta desde la enseñanza a la necesidad de poseer una biblioteca personal.
Ante esta perspectiva, el Gremi d'Editors de Catalunya ha puesto "las vías para hacer unas cuantas cosas importantes", empezando con el impulso de la candidatura de Barcelona como ciudad literaria de la Unesco junto al Ayuntamiento de Barcelona.
Respecto a las políticas desde el Ministerio de Cultura, Fernández ha recordado que el 1 de enero de 2015 entrará en vigor la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual: "No es la ley que esperábamos, pero la reforma es mejor de lo que teníamos".
PLAN DE LECTURA
Con la Generalitat, los libreros están negociando una acción transversal, que vaya desde los ámbitos de la cultura, pasando por comercio e industria, hasta la enseñanza: "Tenemos el compromiso con el conseller de que, a lo largo de este 2015, hacer un plan integral del libro que permita mirar cuáles son los males que en este momento tenemos y cuánto dinero se dedica desde las diferentes partes de la administración autonómica".
Este plan de fomento pasará por no dispersar esfuerzos y que el dinero invertido se use de la mejor manera posible; además de detallar una dotación concreta y un calendario, y Fernández propone que este plan cuente con ayudas directas e incentivos a la compra de libros.
De hecho, ha lamentado que, pese a que el sector del libro es el más importante por volumen de facturación, número de empleados y retorno a la sociedad, no recibe permanentemente subvenciones "si se compara con sectores como el carbón o el audiovisual".
Según Fernández, estos incentivos podrían ser campañas de publicidad dirigidas "a que la gente sepa que existen los libros y se acerquen a comprarlos", así como la experiencia vasca de reintegrar parte del dinero que los ciudadanos gastan en libros.
"Hay un acuerdo de intenciones como para ponernos a trabajar", ha comentado Fernández, pese a que los consellers de Cultura, Ferran Mascarell, y de Enseñanza, Irene Rigau, ya presentaron en 2011 el Plan Nacional de la Lectura 2012-2016.
"Cuando se nos están dirigiendo escuelas, hospitales y bibliotecas pidiendo libros gratis es que alguna cosa no funciona en el mundo editorial", ha criticado Fernández, que reivindica que la Administración ponga más dinero en este sector, en lugar de solamente lamentarse de que no hay más dinero.
