BARCELONA, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
La escritora mallorquina Maria de la Pau Janer reivindica en su nueva novela, 'Cartas que siempre esperé' (Planeta), la capacidad de esperar, algo que se ha perdido y que producía "muchos sentimientos, ilusión, impaciencia y daba riqueza interior".
En una entrevista con Europa Press, Janer aseguró que el origen del libro fue una conversación con un ex trabajador de Correos que le explicó que existía la conocida como Sección de Cartas Muertas, donde almacenaban durante unos meses las cartas con direcciones imprecisas y, si nadie las reclamaba, las quemaban.
"Pensar en la cantidad de secretos y de preguntas que morían en aquellas cartas daba mucho juego", estimó la escritora. En su nuevo libro, Ricarda se pasa media vida esperando una carta que no llega, y el ritual de cada mañana a la misma hora salir a encontrarse con el joven cartero marca la vida de éste y de su hijo, que se queda obsesionado con el hecho de esperar.
"El cartero llega cada día con la bicicleta y con el corazón encogido, porque sabe que no le lleva la carta. Y al final se la lleva, pero demasiado tarde, como muchas cosas", explicó.
Lluís, el hijo de Ricarda, se pone a trabajar en la sección de Cartas Muertas de Correos, por la obsesión que arrastra, pero el día en que se salta la norma y en lugar de quemar las cartas se guarda las remitidas por una tal Paula para leerlas, entra en su vida una "fuerza que le transforma su propia vida".
En lugar de las cartas, que es "muy literario y están en vías de desaparición", se podría hablar de correos electrónicos, pero seguimos viviendo, en plena era de la comunicación, con carencias comunicativas, dijo Janer.
"Vivimos muy de prisa y hemos perdido el gusto de la conversación, que es la comunicación más auténtica y la que ha salido más perjudicada" con la invasión de las nuevas tecnologías, aseguró la autora, para quien los SMS "han destrozado la lengua".
A su entender, la solución para la "crisis de valores" que asedia a esta sociedad sería "refugiarnos en tener una comunicación más viva con los que tenemos cerca, pero en cambio nos refugiamos en nosotros mismos", explicó.
Janer no publicaba desde 'Pasiones Romanas' (Premio Planeta 2005), en buena medida por la maternidad, que le ha impuesto un "ritmo más lento de escritura". "Ahora le he cogido el gusto a no correr, porque las novelas se tienen que hacer con calma", aseguró, tras recordar que publicó su primera novela a los 19 años y estimar que "quizás sea erróneo empezar tan pronto".
