Foto: EUROPA PRESS
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BARCELONA, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha dicho que la reunión con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, está pedida aunque cree que no le quiere recibir.
"Otra cosa es que si a una persona se le dice que estoy a su disposición para vernos cuando quiera, si esta persona no responde, uno puede tener la impresión de que no le quieren recibir. Y es la impresión que yo puedo tener", ha recalcado en la sesión de control en el Parlamento autonómico en respuesta a la interpelación de la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho.
Pese a todo, Mas ha reiterado su total disposición a encontrarse con Rajoy si tiene "ganas" de ello, y que está a la espera así de que le convoque, como habría hecho si él pudiera hacerlo, aunque sabe que no vendría.
Todo ello tiene lugar después de que este miércoles el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran, preguntara a Rajoy si es cierto no que Mas ya le pidió un encuentro, y Rajoy replicara: "Si Mas me llama mañana, viene mañana" a La Moncloa.
"Me preocupa que esté tan poco informada, no debe tener canales de información en Madrid. Si estuviera al día y más atenta sabría que este encuentro ya está pedido, pero no lo sabe aunque sea del PP", ha ironizado Mas dirigiéndose a Camacho.
Sin embargo, fuentes cercanas a la dirección del PP catalán han explicado que Camacho ha hablado con Presidencia del Gobierno central antes y después de la sesión de control a Mas, y que en ambas ocasiones le han negado que el presidente catalán haya hecho una solicitud formal para reunirse con Rajoy.
NO HAY 'PLAN B'
El presidente de la Generalitat también ha replicado a la líder del PP catalán que no tienen 'plan B' en caso de que no haya consulta el 9 de noviembre, después de que ésta haya augurado que el intento acabará como el 'Plan Ibarretxe' y tendrán que rectificar.
Mas ha reiterado que, una vez firme la convocatoria de la consulta, esperan que el Gobierno central no interfiera, y más después de la negativa del Congreso a transferir a la Generalitat la competencia para organizar referendos: "Esperamos que dejen hacer, que no se metan, que dejen conocer la opinión del pueblo catalán sobre su futuro como país, sociedad y nación".
