BARCELONA, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha asegurado este miércoles que el Govern va a "batallar" para que el Gobierno central dé marcha atrás a su proyecto de crear un fondo que sufraguen los puertos con beneficios --entre ellos el de Barcelona-- para financiar obras de conectividad terrestre de los del resto de España que son deficitarios.
"Nos oponemos rotundamente y lo consideramos un escándalo", ha afirmado en respuesta a la pregunta que le ha formulado el líder de ERC, Oriol Junqueras, en la sesión de control al Govern en el Parlament.
Artur Mas ha recordado que a día de hoy "los puertos que tienen beneficios ya hacen una aportación a Madrid en concepto de un fondo de compensación" para los que son deficitarios.
El Gobierno central propone que los puertos con beneficios aporten el 50% de su resultado a este nuevo fondo, que, en el caso del Puerto de Barcelona, supondría aportar 37,3 millones de euros, ya que en 2013 registró unas ganancias de 74,6.
"Que ahora pretendan sacarte la mitad de los beneficios gracias a que lo haces bien y te has espabilado es un escándalo y un despropósito", ha añadido.
Mas también ha cuestionado que sea el Puerto de Barcelona y no el Ministerio de Fomento quien deba financiar la llegada del ferrocarril con ancho de vía internacional: "Esto no había pasado nunca en un puerto de interés general. Era un inversión que antes hacía Fomento, y que por tanto iba a cargo de los impuestos", y no del propio puerto.
CRÍTICAS DE JUNQUERAS
El líder de ERC, Oriol Junqueras, ha asegurado que, con este nuevo fondo, el Gobierno central "cambia las reglas de juego a media partida" y ha lamentado que, al mismo tiempo, el Estado incumpla con algunos de sus compromisos con esta infraestructura portuaria.
"Con esta decisión del Gobierno español, se condiciona de forma extremadamente negativa la competitividad del puerto y la seguridad jurídica de sus inversores", ha agregado el republicano.
Junqueras también ha lamentado que la privatización del 49% de Aena Aeropuertos anunciada por el Estado supone un revés para las aspiraciones catalanas de poder gestionar de forma individualizada el Aeropuerto de Barcelona.
