Millet confiesa haberse apropiado de 1,8 millones del Palau de la Música

Actualizado: jueves, 17 septiembre 2009 12:46

BARCELONA, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente de la Fundación Orfeó-Palau de la Música Catalana, Fèlix Millet, ha entregado al juez un escrito en el que confiesa haberse "equivocado gravemente" al apropiarse de 1,8 millones de euros de la entidad en beneficio propio y muestra su "arrepentimiento".

Millet, que muestra su voluntad de ayudar a la investigación judicial y reparar el daño ocasionado a la institución, admite que gastó 1,3 millones en obras y reformas hechas a casas de su propiedad y 500.000 euros en viajes con la familia, a la que desliga de los hechos. Asimismo, revela que pagó en dinero negro a artistas y orquestas de primer nivel para atraerlos al Palau.

Félix Millet, que dimitió de su cargo en julio tras 30 años al frente, está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción número 30 de Barcelona por el posible desvío de 2,3 millones en 2003 y 2004 de los fondos del Palau de la Música. Los Mossos d'Esquadra realizaron un registro el pasado 23 de julio de casi 10 horas en la sede de la entidad.

Asegura que de los hechos sólo tenía conocimiento el director administrativo del Palau, Jordi Montull, y que el resto de directivos y sus propias familias "no sabían absolutamente nada" y se limitaban a seguir "instrucciones".

Para resarcir los daños, los dos ex altos cargos de la entidad han depositado en el juzgado 1,8 millones de euros, de los cuales 1,6 millones corresponden a Millet, según publican hoy 'El Periódico' y 'La Vanguardia'.

El abogado de Millet, Pau Molins, argumenta en un escrito remitido al juez que gran parte del daño económico infligido a la entidad estaría ya reparado y no deberían pedirse medidas cautelares contra el ex presidente del Palau.

En la carta, Millet admite que entre 2007 y 2009 hizo que la Fundación abonara el importe de obras y reformas hechas a inmuebles propiedad de su familia en L'Ametlla y Barcelona, por valor de 1,3 millones de euros. Ante los proveedores, Montull aseguró que el Palau le debía dinero a Millet por remuneraciones acreditadas y que le interesaba facturarlo de esta manera.

Confiesa que el Palau se hizo cargo de los gastos ocasionados en una serie de viajes particulares de las familias Millet y Montull a Dubai y Maldivas, por valor de 500.000 euros. Montull le dijo a la agencia de viajes, habitual del Palau, que pasara las facturas sin especificar personas o destino con los viajes propios de la entidad.

También admite la compra un día antes del registro judicial en nombre del Orfeó de un inmueble que era propiedad de una sociedad suya y de Montull, obteniendo unas ganancias económicas aproximadas de 1,5 millones de euros, pero que decidieron no cobrar los cheques y devolver el precio entero. El local lo habían adquirido en 2005 por 1,5 millones.

Millet afirma que estos tres hechos "no forman parte" de la investigación judicial, pero como afectan a su gestión al frente del Palau "no quiere que pase un día más sin explicarlos".

Asimismo, revela que durante muchos años percibió junto a Montull remuneraciones en efectivo en concepto de bonus o incentivos por los buenos resultados obtenidos. Millet y Montull tenían un acuerdo de reparto interno, por el que el ex presidente obtenía un 80 por ciento y Montull un 20.

DINERO NEGRO A ARTISTAS

Recuerda que cuando se hizo cargo de la entidad, las autoridades "no querían saber nada" y se encontró que para materializar las actividades musicales y obras del edificio modernista las personas que colaboraban "querían cobrar normalmente sus servicios con dinero en efectivo, sin presentar ninguna factura". Cita como ejemplo que para tener una gran orquesta, los intermediarios "te pedían una comisión, sin documento oficial".

Millet señala que no supo detener esta "práctica institucionalizada" hasta que en 2007 se decidió suprimirla progresivamente y en 2008 se eliminó de forma definitiva. Asegura que para disponer de artistas y orquestas de primer nivel autorizó a Montull al pago en efectivo de importantes cantidades a los propios intérpretes e intermediarios.

Asimismo, afirma que autorizó pagos para retribuir a profesionales --la mayoría jubilados-- que ayudaron a crecer al Palau, remuneraciones en efectivo a la dirección del Palau y para la captación de recursos económicos y de mecenazgo.