La mitad de arqueólogas ha sufrido abusos en las excavaciones, según un estudio

Excavación
GOBIERNO DE EXTREMADURA - Archivo
Publicado: viernes, 7 septiembre 2018 18:58

BARCELONA, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -

La mitad de las arqueólogas ha sufrido abusos durante las excavaciones, según saca a la luz un estudio presentado durante el Congreso de la Asociación Europea de Arqueología, que se celebra en la Universitat de Barcelona (UB), ha explicado a Europa Press una de sus autoras, Ana Pastor.

"Nada nuevo bajo el sol, el género masculino acosa en casi un 90% de casos y los individuos que acosan son en su mayoría personas que ocupaban un puesto de poder por encima del acosado (70%)", dice el estudio.

Se trata de individuos con una formación académica de alto nivel, licenciados, doctores, personas que no solo dejan su impronta en lecciones en aulas; sino que escriben libros, artículos, salen en los medios en alguna ocasión.

La mayor parte de los casos tienen lugar en las universidades que ofrecen grados de arqueología (Complutense, Barcelona y Granada), ya que concentran buena parte de las excavaciones programadas.

La arqueología de gestión también registra casos de acoso, pero en menor medida, alrededor del 75% tienen lugar en el ámbito público. La gran mayoría de universidades tienen protocolos de acoso, pero se desconocen o no están adaptados al contexto arqueológico en todas sus dimensiones (trabajo de campo).

ORIGEN DEL TRABAJO

El estudio surge de la preocupación manifestada por un grupo de arqueólogas que empezaron a compartir experiencias en torno al acoso, maltrato y las relaciones de poder vividas recientemente en el ámbito de las excavaciones.

"Todas nosotras formábamos parte de un sector muy determinado de la sociedad: mujeres, mayoritariamente de clase media y con estudios en el campo de la prehistoria y arqueología, ninguna llegábamos a superar los 35 años", explican.

"IMPOTENCIA COMÚN"

Y añaden: "Compartíamos también la impotencia común hacia a quién dirigirnos y explicarle nuestras historias; se juntaban la falta de información con la vergüenza o el miedo a las represalias".

Posteriormente, se pusieron en contacto con investigadoras del Centro Revolucionario de Arqueología Social (CRAS), e iniciaron el estudio basado en encuestas hechas durante los meses de verano, que es cuando se registra el mayor número de excavaciones programadas.