BARCELONA, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los Mossos d'Esquadra detuvieron a las 13.30 horas de hoy a dos presuntos etarras en el Coll d'Ares, en Molló (Girona), en un control antiterrorista cuando iban a cruzar por carretera la frontera con Francia.
Se trata de la tercera detención de un presunto etarra en 48 horas en Catalunya, después de que ayer la Policía Nacional arrestara a Faustino Marcos Álvarez en la estación de trenes de Portbou, también en Girona, en un convoy con destino final Cartagena.
Adur Arístegui y Jon Rosales viajaban sin armas ni explosivos en una furgoneta Renault Traffic de color azul, propiedad del padre de uno de ellos, cuando fueron interceptados por una patrulla del área de recursos operativos (ARRO) de los Mossos de Girona. En concreto, era Arístegui quien conducía y trataba de ayudar a escapar a su compañero.
Les detuvieron sin que ofrecieran resistencia tras comprobar la documentación de Arístegui y relacionarle con la banda, ya que sobre él pesaba la prohibición de salir de España impuesta por la Audiencia Nacional en 2008.
Jon Rosales estaba en busca y captura por orden de la Guardia Civil por su vinculación con Ibai Beobide, el presunto etarra detenido el sábado que le mencionó como colaborador en su declaración ante la policía. Ambos detenidos llevaban consigo en el momento de su arresto documentación auténtica y falsa.
Tras el arresto, fueron trasladados a la comisaría de la policía autonómica en Ripoll (Girona), donde estuvieron custodiados hasta las 19.15 horas, cuando salieron en dos vehículos de la Guardia Civil hacia Madrid.
PRIMERA DETENCIÓN DE UN ETARRA DE LOS MOSSOS
El conseller de Interior de la Generalitat, Joan Saura, explicó esta tarde que esta ha sido "la primera detención importante" de un etarra por parte de los Mossos, aunque en 2005 arrestaron en Barcelona a un colaborador de la banda que alojó al miembro del comando Barcelona Fernando García Jodra.
Explicó que no le consta que los presuntos etarras "ya tuviesen ninguna base operativa ni que planteasen operar en Catalunya", aunque puntualizó que se está investigando y que todavía deben declarar en la Audiencia Nacional.
Saura descartó "especular" sobre si tenían algún escondite o estructura en Catalunya, y dijo que se trata ahora que ambos declaren ante la policía y la justicia, y que a partir de aquí se investigue.
Recalcó que en principio no hay ninguna conexión entre la detención de ayer en Portbou del presunto etarra Faustino Marcos y las de hoy, "pero hasta que no se tome declaración por separado a las tres personas" no se podrá afirmar, apuntó.
ARÍSTEGUI
Adur Arístegui nació en Bergara (Guipúzcoa) y fue detenido por primera vez en Elorrio (Vizcaya) el 22 de julio de 2008 dentro de la operación contra el 'comando Vizcaya' de ETA. Quedó en libertad bajo fianza de 12.000 euros, impuesta por el juez Baltasar Garzón.
Según el auto hecho público en aquel momento, mantenía contacto vía e-mail con otro de los detenidos, Iñigo Gutiérrez. Asimismo, acudió a un encuentro en Ezcaray con Iñigo Gutiérrez y con el jefe del comando Arkaitz Goikoetxea. También se le vincula con otros dos arrestados, Gaikza Jareño y Libe Aguirre Mazaga.
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón le procesó el 14 de enero de 2010 junto a otros 12 etarras, incluidos los jefes militares Garikoitz Azpiazu, alias 'Txeroki', y sus sucesores Aitzol Iriondo y Jurden Martitegui.
Estaban acusados de cometer una decena de actos delictivos, entre los que se encuentra el intento de asesinato del magistrado Fernando Grande-Marlaska y el secuestro del concejal del PSE en Eibar Benjamín Atutxa.
JON ROSALES
El otro arrestado, Jon Rosales Palanzuela, se entregó voluntariamente el 22 de noviembre 2007 en la Audiencia Nacional por una presunta vinculación a operaciones de terrorismo callejero en Vizcaya, junto a Juan Bautista Galdiz Salinas y Gorka Uribe Lekube.
Hasta su entrega en el citado tribunbal, Rosales permanecía huído tras la operación contra la kale borroka realizada el 16 de octubre en Getxo (Vizcaya). El juez fijó para Rosales una fianza de 6000 euros para eludir la cárcel.
