Las mujeres catalanas tienen hábitos más saludables que los hombres pero peor salud

Joan Guix, Alba Vergés y Cristina Nadal
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 15 junio 2018 13:49

Cuatro de cada diez niños varones tiene sobrepeso, y el 14% obesidad

BARCELONA, 15 (EUROPA PRESS)

Las mujeres tienen comportamientos más saludables que los hombres pero peor percepción de su estado de salud y una prevalencia más alta de problemas crónicos y discapacidades, y por ejemplo el 8,8% tiene depresión frente al 3,6% de los hombres, según datos la Encuesta de Salud de Catalunya (Esca 2017), realizada con 4.830 cuestionarios a la población general.

En rueda de prensa este viernes, la consellera de Salud de la Generalitat, Alba Vergés, ha destacado que este año el estudio ha incorporado la perspectiva de género y datos sobre salud mental, los mayores de 75 años, la alfabetización en salud y el impacto de la salud en la reducción de las desigualdades.

Las mujeres fuman menos que los hombres (el 18,5% frente al 29,7%), consumen menos alcohol (de riesgo en el 1,5%, frente al 5,4%) y siguen más la dieta mediterránea (65,3% frente al 56,6%), y el hecho de que estos hábitos no se traduzcan en una mejor percepción de salud podría deberse a la mayor carga que tienen en el hogar.

Vergés ha considerado una "evidencia social" que las mujeres tienen más tareas de cuidados, y ha remarcado la necesidad de estudiar más cómo repercute en la salud y si genera que hagan un menor uso de los servicios sanitarios, una hipótesis a la que ha apuntado la directora del Área de Atención Sanitaria del Servei Català de la Salut (CatSalut), Cristina Nadal.

El 80,7% de la población encuestada valora positivamente su estado de salud, mientras que el 37,7% tiene algún problema crónico, el 49,3% sufre sobrepeso y el 9,7% tiene falta de autonomía, y aunque el 80,7% realiza actividad física saludable y el 61% sigue la dieta mediterránea, solo el 13,5% consume cinco raciones diarias de fruta y verdura.

PEOR ALIMENTACIÓN INFANTIL

El secretario de Salud Pública, Joan Guix, ha alertado de la problemática "importante" que supone el exceso de peso infantil, que afecta al 36,3% de los de entre 6 y 12 años --hasta el 39% en el caso masculino--, y mientras el 24,8% de los menores tiene sobrepeso, el 11,5%, sufre obesidad, más prevalente en los niños que en las niñas, llegando al 14,6% frente al 8%.

El 32,3% de los niños consumía frecuentemente productos hipercalóricos entre 2016-2017 frente al 24,3% que los consumía en 2013-2014, y también ha empeorado el porcentaje de ocio activo hasta el 31,2% --frente al 38,1% anterior-- que es mayor en los niños (33,6%) que en las niñas (28,7%).

El consumo diario de bebidas azucaradas alcanza el 9% de la población infantil, en la que se ven diferencias según el nivel socioeconómico de los padres, alcanzando el 11,5% el consumo en hijos de trabajadores manuales, frente al 5% de directivos y profesionales universitarios.

SALUD MENTAL

Esta misma repercusión de la clase social en la salud se refleja en los problemas de salud mental de la población adulta, duplicándose la prevalencia de la depresión mayor o mayor grave en personas sin estudios o de nivel primario (9,4%) y trabajos manuales (7,2%) frente a las que tienen estudios universitarios (4,3%) y trabajos de dirección y profesores universitarias (3,5%).

La encuesta ha observado también el grupo "vulnerable" de personas mayores de 75 años que viven solas, unas 700.000 en Catalunya, entre las que el 75% son mujeres, y Nadal ha alertado de que ellas sufren más dependencia y más privación material grave que los ancianos, que por su parte hacen un menor seguimiento de la dieta mediterránea.

Uno de cada diez catalanes de más de 15 años tiene una alfabetización para la salud no suficiente, que puede repercutir en un mayor uso de los servicios hospitalarios, y han detallado que este colectivo suele ser mayores de 65 años de nivel socioeconómico desfavorecido y con estudios primarios.

Sobre el impacto de la salud en las desigualdades sociales, Vergés ha puesto en valor que los programas de cribado de cáncer de mama impulsados en Catalunya han reducido la diferencia entre las mamografías que se realizan las mujeres de diferentes clases sociales, y actualmente las hacen periódicamente nueve de cada diez mujeres.