BARCELONA, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Fundació Orfeó Català-Palau de la Música Catalana, el colegio La Salle Comtal y comerciantes del barrio de Sant Pere de Barcelona han suscrito un manifiesto en el que defienden el proyecto de construcción de un hotel y de un aparcamiento subterráneo ante el Palau, contra el que vecinos de Ciutat Vella ya han recogido más de un millar de firmas.
El proyecto, del arquitecto Òscar Tusquets, prevé convertir la esquina de edificios entre las calles Sant Pere Més Alt y Amadeu Vives en un hotel de lujo de cinco plantas, un aparcamiento subterráneo de tres plantas con 97 plazas y una pequeña plaza, donde están catalogados dos de los tres bloques que se deberían derribar. Tusquets es también el arquitecto que renovó la imagen del edificio del Palau.
Además de la fundación y el colegio, suscriben el manifiesto la Unió de Comerciants Sant Pere Més Alt, la Federació de Comerç del Casc Antic, el Eix Comercial Bcn de Palau a Palau, el Orfeó Català, el Centre Sant Pere Apòstol y la junta directiva de la Associació de Mares i Pares (AMPA) del colegio La Salle Comtal.
En un comunicado, defendieron el proyecto como "un paso adelante en la revitalización y dinamización" de Sant Pere, así como en la mejora de "la perspectiva y el entorno" del Palau de la Música, "estandarte del modernismo en Barcelona y Patrimonio de la Humanidad".
Consideraron que el hotel "dará un nuevo estímulo" al ampliar los flujos de peatones en las calles y abrirá "nuevas expectativas" para comercios y servicios, además de "generar puestos de trabajo a la gente del barrio".
Aportará "nuevas dimensiones a la entrada de la calle, tanto por su disposición, como por la inducción a adentrarse" al barrio, y sostuvieron que la rehabilitación de un edificio "en deficiente estado de conservación" para crear un hotel "no perjudicará a ningún vecino, ya que desde hace muchos años no hay ninguna persona residente al edificio".
MEJORA EDUCATIVA
Los organismos y entidades que hicieron suyo el manifiesto destacaron que La Salle Comtal "mejorará la calidad de los equipamientos educativos del barrio", al construir nuevas aulas, "instalaciones modernas" y una pista polideportiva subterránea.
Aseguraron que el proceso previo a la remodelación fue explicado "con detalle" a toda la comunidad educativa del colegio, donde estudian 750 alumnos, y "todos han mostrado su satisfacción por las mejoras planteadas y han ofrecido pleno apoyo al proyecto".
Las entidades Veïns en Defensa de la Barcelona Vella y la Associació de Veïns del Casc Antic se han mostrado contrarias al proyecto al entender que es especulativo por una permuta que quiere hacer el Ayuntamiento.
Los planes urbanísticos de la transformación prevén para los edificios afectados un uso de equipamientos, lo que el Ayuntamiento espera cambiar a través de una permuta con el edificio del número 1 de la calle Ciutat, que actualmente se puede destinar a cualquier uso.
