BARCELONA, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
El PSC empezará este domingo a preparar una convención que celebrará en el plazo de seis meses y que debe servir para relanzar el partido y redefinir su estrategia tras la nueva debacle electoral que vivió en las últimas elecciones catalanas.
Lo hará en su Consell Nacional, el primero desde que en noviembre logró 20 diputados en los comicios, el peor resultado en unas autonómicas, y quedando muy lejos de los 52 que logró en 1999 y los 42 del 2003 que le permitieron formar el tripartito.
Según avanzó el jueves el portavoz del partido, Jaume Collboni, esta convención tiene que evidenciar un "cambio estratégico" del partido para volver a conectar con la sociedad que, según evidencian las urnas, le ha retirado gran parte del apoyo que le dio en el pasado.
En el Consell Nacional también se prevé debatir un documento que fije las bases de la 'hoja de ruta' socialista en los próximos meses y que se basará en mostrarse como la principal alternativa a CiU en el Parlament.
El líder del partido, Pere Navarro, rehusó tras las autonómicas convocar un congreso extraordinario argumentando que la nueva dirección solo tiene un año de vida desde el último congreso y merece más tiempo para asentarse y demostrar su valía.
Hasta ahora solo Avancem, una corriente interna del partido, ha pedido la celebración del cónclave extraordinario, por lo que esta opción no cuenta con amplios apoyos en el seno del Consell Nacional.
ANÁLISIS ELECTORAL
Este domingo se prevé un análisis del resultado electoral por parte de Navarro, que, desde el mismo día de los comicios, ha asegurado que puede reconducir un partido que hasta ahora no ha demostrado saber como parar la sangría de votos.
En el Consell Nacional también se prevén algunas intervenciones críticas, ya que en los últimos días algunos sectores han protestado por las "formas" de la dirección en algunas decisiones, como la elección de Maurici Lucena como nuevo portavoz del partido en el Parlament.
También se espera que Navarro explique el giro en su estrategia, ya que en una semana pasó de anunciar el 'no' del PSC a la investidura de Artur Mas, a pedir un gobierno catalán de unidad nacional presidido por un miembro de CiU que preferiblemente no fuera el actual presidente en funciones.
