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BARCELONA, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental ha rechazado este miércoles que la decisión del aborto recaiga a partir de ahora sobre ellos.
Los psiquiatras opinan que debería reacaer sobre las mujeres, teniendo en cuenta que la nueva legislación "pretende usar a los facultativos como instrumento para tomar unas decisiones que no le corresponden".
Según han manifestado a través de un comunicado, el anteproyecto de reforma de la ley del aborto, dos psiquiatras deberán informar de que seguir con el embarazo puede ocasionar consecuencias permanentes en la salud mental de la madre y, por tanto, estaría justificado interrumpirlo.
"Ya no es la madre la que decide, sino el facultativo que, por tanto, deberá asumir la responsabilidad penal", han deplorado los psiquiatras, que han aseverado que, aunque su función es prevenir y tratar las enfermedades mentales, la ley les obliga a tener que participar en decisiones más cercanas a la ética y la moral que a una evidencia científica o médica.
La intervención de los facultativos "ya no irá tan encaminada a ayudar a la madre a aliviar su malestar emocional, sino fundamentalmente a quitarle la responsabilidad de la decisión", han añadido.
Según la reforma, los psiquiatras que hagan los informes deberán poder certificar que, en caso contrario al aborto, la madre podría sufrir consecuencias psicopatológicas permanentes.
"La evidencia científica y los conocimientos actuales en el campo de la salud mental no nos permiten prever de forma segura si un determinado estado psicopatológico se mantendrá inalterado de forma permanente", han alertado.
Además, han avisado de que "algunos psiquiatras podrían sentirse presionados a tener que emitir diagnóstico de enfermedad mental para poder realizar la interrupción del embarazo" en algunos casos.
ASUMIR LA CUSTODIA
También han explicado que si se justifica la interrupción del embarazo por las alteraciones psiquiátricas permanentes que podría sufrir la paciente, "esto también podría ser un motivo de poner en duda las capacidades mentales para asumir otras responsabilidades, como la custodia de otros hijos, y otros".
"Además, esto podría provocar la estigmatización y la discriminación de la madre que ha sido sometida a la interrupción", han remachado los psiquiatras catalanes.
