BARCELONA, 20 Mar. (EUROPA PRESS) - El Puerto de Barcelona y la cofradía de pescadores de la ciudad firmarán en los próximos días un acuerdo para la reordenación de los espacios y la mejora y nueva construcción de instalaciones para la actividad pesquera que contarán con una inversión de cinco millones de euros. Estas actuaciones, que cuentan con la aprobación y conformidad del colectivo de pescadores, llegan tras la degradación de las instalaciones que se ha ido produciendo debido al declive de la actividad pesquera en la capital catalana. Según datos de la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB), el sector pesquero de la ciudad se encuentra en "una difícil situación por causas estructurales y biológicas en todo el Mediterráneo y en Barcelona, donde la disminución de las capturas se ha traducido en una reducción de su flota pesquera del 33% en el número de embarcaciones y el 45% de personas en quince años". La cofradía de pescadores constata el descenso de las capturas, aunque considera que gran parte de la causa han sido las obras que se han desarrollado en el litoral barcelonés en los últimos años, tanto en la desembocadura del río Besòs y el entorno del Fórum como en la desembocadura del Llobregat y las actuaciones en el propio puerto, como la construcción del Muelle Prat, destinado a mercancías transportadas en contenedor.
Tras el descenso de actividad, la APB propone que las embarcaciones pesqueras se concentren en el Muelles de Baleares y la Dársena de la Industria, y desocupen parte de línea de atraque del Muelle de Pescadores y espacios en el Muelle del Reloj, que "podrían dedicarse a otros usos". Estos usos serían el incremento de amarres para embarcaciones de recreo y deportivas, que reclaman más espacio en la ciudad, ya que instalaciones actuales, como el Puerto Olímpico, tienen listas de espera de amarre de dos años, según explicaron a Europa Press fuentes del complejo.
En cuanto a las instalaciones y equipamientos dedicados a la actividad pesquera, por una parte se pretende una reforma interior del actual almacén que permita un mejor aprovechamiento de los espacios verticales, así como la construcción de una nueva lonja redimensionada según las necesidades de la flota y el volumen de capturas.
La distribución de espacios en la lonja en esta edificación sería, según los planes del puerto, de 650 metros cuadrados para recepción y subasta de pez azul, 450 metros cuadrados para recepción y subasta de pez blanco y 360 metros cuadrados para oficinas. Adicionalmente el proyecto inicial prevé un bar para pescadores y dedicar 600 metros cuadrados a un restaurante y terraza abiertos al público. El conjunto de actuaciones para reestructurar las instalaciones pesqueras es una de las últimas iniciativas que faltan para completar la remodelación del Port Vell desde su configuración el año 1995.
