Han tomado muestras de torres de refrigeración de agua, fuentes y aspersores
BARCELONA, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Agencia de Salud Pública de Catalunya (Aspcat) investiga un brote de legionelosis que se ha producido en los últimos días en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) con cinco afectados, de los que hay cuatro que han requerido hospitalización: tres ya han sido de alta y uno sigue ingresado con buena evolución.
Los afectados son cuatro hombres y una mujer, de entre 59 y 80 años de edad, y que iniciaron los síntomas entre el 28 de julio y el 3 de agosto, ha detallado la Aspcat --que investiga el caso junto al Ayuntamiento de la localidad-- en un comunicado de la Conselleria de Salud de la Generalitat.
A fecha de este viernes, "no se puede descartar" que aparezcan más afectados en los próximos días porque el periodo de incubación de la enfermedad puede ser de hasta 14 días.
Las investigaciones a nivel epidemiológico y ambiental se iniciaron el día en que se notificaron los enfermos, recogiendo información para delimitar dónde se ha podido dar el contagio entre los enfermos, además de llevar a cabo inspecciones en las instalaciones de riesgo, como torres industriales de refrigeración de agua, de las que se han recogido muestras para analizar.
ESPERAN RESULTADOS ANALÍTICOS
Se ha ordenado la limpieza y desinfección de choque de todos los circuitos implicados en la investigación, de los que se han recogido muestras, y se espera que los resultados analíticos orienten sobre el origen del brote.
Paralelamente, el Ayuntamiento dejó sin actividad elementos que facilitan la aspersión importante de agua, como fuentes ornamentales, riegos y vehículos de limpieza viaria, y se ha reprendido su actividad tras tomar muestras, limpiar y desinfectar estos elementos.
La legionelosis se contagia por inhalación de agua polvorizada y aerosoles, sin que se transmita entre una persona y otra, y las personas con más riesgo de sufrirla son las que fuman, sufren enfermedades crónicas del sistema inmunitario, y las de edad avanzada.
Salud Pública ha destacado que "puede beberse sin ningún peligro el agua de suministro público, tanto en domicilios como en fuentes, y puede utilizarse para higiene personal y para cocinar.
