BARCELONA, 30 Ago. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Interior y Relaciones Institucionales, Joan Saura, ya reclamó el jueves 14 de agosto, cuando ejercía de presidente en funciones de la Generalitat, un acuerdo en materia de financiación en un plazo de tres meses, días antes de pactar este nuevo plazo como líder de Iniciativa con la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, este nuevo plazo, un pacto del que se desentendió el Govern y que provocó tensión especialmente entre ICV y ERC.
Saura hizo esta reclamación tras vencer el plazo establecido por el Estatut, el 9 de agosto, y después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, asegurara --en su primera comparecencia ante los medios tras el 9 de agosto-- que el Gobierno cumplía con el mandato estatutario.
El conseller y líder ecosocialista reclamó a Zapatero "superar" la etapa de reproches sobre las responsabilidades e incumplimientos del Estatut para centrarse en una negociación para alcanzar un acuerdo de financiación "en tres meses".
Para Saura, el incumplimiento del Estatut por parte del Gobierno es "obvio y flagrante", pero hizo un llamamiento a Zapatero para "superar este debate sobre los incumplimientos y las responsabilidades" y "abrir una nueva etapa para avanzar en la negociación para alcanzar un acuerdo político" e "intensificar el diálogo para que, como máximo en tres meses, haya un acuerdo".
Sólo dos días después, Saura pactó con De la Vega que ICV retiraba su petición de comparecencia de Zapatero --en su lugar aceptaba la del ministro Pedro Solbes-- para que explicara el incumplimiento del 9 de agosto, a cambio de acordar la financiación en un nuevo plazo de tres meses, cosa que le costó que CiU y ERC le acusaran de romper la unidad de los partidos catalanes para la financiación. Saura anunció el acuerdo con De la Vega en una rueda de prensa en Mallorca el martes 19.
Pese a que inicialmente el portavoz de ICV-EUiA en el Parlament, Jaume Bosch, aseguró que el pacto contaba con el aval del Govern, porque el presidente de la Generalitat y primer secretario del PSC estaba informado, finalmente ICV lo desmintió y defendió que Saura había pactado en calidad de presidente del partido y no en calidad de conseller.
La actuación unilateral de Saura provocó la irritación especialmente de ERC, socios de ICV en el Govern y compañeros de grupo parlamentario en el Congreso, quienes desvincularon el acuerdo del Govern. Saura no informó de sus gestiones al vicepresidente del Govern y en aquel momento presidente en funciones, Josep Lluís Carod-Rovira. La irritación de los consellers republicanos se trasladó a la primera reunión del curso político del Consell Executiu del Govern, en que reprocharon a Saura la confusión creada en torno a en calidad de qué pactó el nuevo plazo.
