Serna defiende una entrada "en dos fases" de las agencias de colocación en el mercado laboral

Actualizado: domingo, 22 agosto 2010 14:13

Advierte del riesgo de dualizar el mercado del paro y acabar con el servicio público de calidad

BARCELONA, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -

La consellera de Trabajo de la Generalitat, Mar Serna, ha advertido de que la entrada en el mercado de las agencias privadas de colocación, tal y como recoge la reforma laboral, debe producirse "en dos fases" para garantizar la supervivencia de unos servicios públicos de empleo de calidad y evitar "la dualización" del mercado del paro.

En una entrevista a Europa Press, la consellera ha afirmado que la competencia entre agentes públicos y privados en iguales condiciones en el mercado debe ir precedida de una fase de colaboración entre ambos. De otro modo, ha advertido que puede ser "la estocada de muerte a los servicios públicos de calidad y gratuitos".

El modelo que defiende el Govern, y que se ofrece a poner en práctica de forma pionera en España, pasa por una colaboración con las agencias privadas en aquellos casos y en aquellas zonas en las que se produzca en un determinado momento un repunte del desempleo y sean necesarios efectivos para reforzar la atención a los parados por parte de la Administración.

"Catalunya ha hecho un esfuerzo inmenso por la calidad del servicio público, pasando de un modelo de oficina de trámites a oficinas de servicios, y no podemos tirarlo por la borda", ha sentenciado la consellera.

Ha explicado que si el texto final de la reforma laboral no especifica esta entrada en dos tiempos, existe el riesgo de que las oficinas públicas de empleo se queden con los desempleados de más difícil recolocación y se creen dos tipos de mercado del paro.

"¿Qué hemos de ser nosotros? ¿Sólo las oficinas en las que cobrar el paro?", ha lamentado. En este sentido, ha advertido que tener esta concepción de las oficinas de empleo públicas obligaría revisar los convenios de traspasos a las comunidades autónomas en esta materia.

Serna confió en que los grupos parlamentarios en el Senado hagan una reflexión sobre este tema para acabar con un modelo "más equilibrado y pausado".

Si no, ha señalado, puede caerse en el mismo error que sucedió hace unos años, cuando la reforma de 1994 obligó a realizar una nueva enmienda en 1999, una situación que propició "un fenómeno de desprestigio de las ETT".