Foto: EUROPA PRESS
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BARCELONA, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona celebrará este viernes una sesión extraordinaria del plenario municipal, dedicado al desalojo del centro 'okupa' de Can Vies y a los disturbios posteriores.
El alcalde, Xavier Trias, ya ha manifestado que acude a esta cita con voluntad de acuerdo.
El alcaldable del PSC en la capital catalana, Jaume Collboni, también ha expresado que desea negociar, aunque ha condicionado su apoyo al gobierno municipal a que presente una hoja de ruta clara y a que Trias actúe "de alcalde".
El PP ha considerado que el Ayuntamiento ha condicionado su agenda a "la agenda de los violentos", y tanto ERC como ICV-EUiA han cuestionado la actitud unilateral que, en su opinión, mantuvo el gobierno municipal.
El Ayuntamiento de Barcelona no ha desvelado cuál será el contenido de la intervención que hará Trias en el pleno, aunque días atrás hizo público un informe que ha presentado a los grupos municipales donde hace balance del coste que han tenido para las arcas municipales los disturbios, y que superan los 400.000 euros.
Concretamente, los daños en contenedores han costado 209.400 euros, en pavimento y mobiliario 88.655 euros, en el servicio de Bicing 7.000 euros, arbolado 3.439 y servicios extra de limpieza 107.266 euros.
Además del desalojo en sí, que se hizo el lunes 26 de mayo, el día después de las elecciones europeas, también se cuestiona si el operativo policial de Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana fue el oportuno, algo que han defendido tanto el Ayuntamiento de Barcelona como la Generalitat.
Tras el desalojo se produjeron cinco noches con altercados e incidencias, y ante esta situación, el consistorio decidió frenar la demolición de Can Vies --que prácticamente estaba terminada-- y tratar de negociar con el colectivo, que mantiene su proyecto de desescombro y reconstrucción del edificio al margen del Ayuntamiento, que plantea cederles temporalmente esta finca si presentan un plan viable.
Donde los disturbios de Can Vies han tenido efectos inmediatos es en CDC, que blindará la entrada de su sede de Barcelona y reforzará con medidas de seguridad algunas otras tras los daños que sufrieron más de 30 de sus locales en Catalunya durante los días posteriores al desalojo de la casa 'okupa'.
