Actualizado 08/12/2018 18:28

Centro de Historia y Cultura Militar recuerda en la Inmaculada al teniente coronel Barrera por socorrer Melilla en 1921

Sepultura del teniente coronel Barrera
COMGEMEL

MELILLA, 8 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Centro de Historia y Cultura Militar de Melilla ha recordado este sábado, día de la Inmaculada, patrona del Arma de Infantería, la figura del teniente coronel Eduardo Barrera Bau, fallecido en el socorro a Melilla en 1921 y que reposa en el camposanto melillense.

Este organismo dependiente de la Comandancia General de Melilla ha destacado los valores militares que siempre practicó, como la disciplina, el valor, el compañerismo, el espíritu de sacrificio, de servicio y entrega a España.

Así, ha rememorado que, tras los graves acontecimientos sucedidos en julio de 1921, con la caída de las diferentes posiciones de la zona oriental del protectorado, empezaron a llegar a Melilla las unidades de refuerzo que habían sido solicitadas para defenderla.

Las primeras tropas en llegar al puerto de Melilla fueron las del segundo Batallón del Regimiento 71 de 'La Corona', de guarnición en Almería, al mando del teniente coronel Eduardo Barrera Bau.

El centro ha explicado que el teniente coronel Barrera, encontrándose enfermo el 23 de julio, no consintió entregar el mando y marchó con su unidad a socorrer Melilla, donde tras desembarcar el Batallón desfiló por las calles de la ciudad, dirigiéndose a ocupar las zonas asignadas por el mando: fuerte de Sidi-Guariach, Tejar del valenciano y fuerte de Rostrogordo.

La unidad entró en combate el 4 de agosto en la toma de Beni-Sicar, distinguiéndose el batallón en esta acción, "ganándose la confianza del mando al comprobar lo que es capaz de realizar un soldado de reemplazo cuando es bien dirigido y adecuadamente alentado por su jefe".

A esta primera acción de combate le seguirían 17 más; entre ellas, Casabona, Nador, Tauima, Atlaten, Segangan y Zeluan, en las que el teniente coronel "se mantuvo al frente de su unidad impulsando de forma decidida y enalteciendo a sus soldados en cada una de las acciones en las que intervino, sorteando toda serie de vicisitudes del propio combate, a pesar de que su salud iba empeorando día a día".

El Centro de Historia y Cultura Militar de Melilla ha detallado que, tras la acción de la toma de Zeluán, sus fuerzas estaban al límite por el avance de su enfermedad, siendo tal su estado que el propio general Saro le impuso la determinante orden de entregar el mando del batallón, "cosa que en nada le agradó", y fue evacuado al hospital Militar de Melilla, donde quedó ingresado el 24 de octubre. Los servicios médicos poco pudieron hacer por el citado mando, que, tres días después de su ingreso, fallecía a los 43 años de edad.

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