Publicado 05/03/2021 17:00

Descubren a cuatro polizones escondidos en una cavidad donde se recogen los cables del ancla del barco Melilla-Málaga

Descubren a cuatro polizones escondidos en una cavidad donde se recogen los cables del ancla del barco Melilla-Málaga
Descubren a cuatro polizones escondidos en una cavidad donde se recogen los cables del ancla del barco Melilla-Málaga - GUARDIA CIVIL

MELILLA, 5 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Guardia Civil ha asegurado que de haber realizado la travesía de siete horas en ese lugar, con las bajas temperaturas reinantes y el viento, "hubiesen puesto en riesgo sus vidas".

La Guardia Civil ha descubierto en el puerto de Melilla a cuatro inmigrantes que pretendían viajar como polizones en una cavidad del barco donde se recogen los cables del ancla y que de haber realizado la travesía siete horas hasta Málaga en ese lugar, con las bajas temperaturas reinantes y el viento, "hubiesen puesto en riesgo sus vidas".

Según ha informado este viernes un portavoz de la Comandancia, los hechos sucedieron la noche jueves, poco antes de la salida del buque, cuando los servicios de seguridad del puerto se apercibieron que en la bita de proa del buque podía haberse introducido alguna persona, momento en el que activaron al GEAS -Grupo Especial de Actividades Subacuáticas- que "se personó en el lugar con inmediatez con la embarcación oficial al objeto de comprobar la incidencia".

Para acceder a ese lugar, que se encuentra a unos cuatro metros de altura desde el mar, "las personas que allí se introdujeron lo hicieron llegando hasta el buque a nado, desde algún punto cercano y utilizaron una escalera artesanal provista de garfios en la parte superior" ha explicado la citada fuente.

Los cuatro aspirantes a polizones descubiertos en ese lugar del ferry Melilla - Málaga y que fueron auxiliados para descender de dicha cavidad son varones, mayores de edad, de nacionalidad marroquí e indocumentados. Los cuatro se encuentran en buen estado.

El portavoz policial ha detallado que todos ellos llevaban sus ropas mojadas y no disponían de ninguna medida de seguridad, lo que hubiera contribuido al riesgo debido a las bajas temperaturas, el viento reinante y la duración de la travesía, del orden de unas siete horas, además de cualquier otra contingencia que pudiera haber surgido de imprevisto por las condiciones de la mar.

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