El delegado anuncia que se está acelerando la instalación de la malla anti-trepa y los traslados de inmigrantes a la Península
MELILLA, 29 May. (EUROPA PRESS) -
El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, ha admitido que se ha reforzado la seguridad a uno y otro lado de la valla después de que este miércoles entraran 500 subsaharianos, un refuerzo consistente en un numeroso despliegue de agentes de las Fuerzas Auxiliares de Marruecos y de la Guardia Civil, a pie, en vehículos y también con un helicóptero.
En declaraciones a los periodistas, El Barkani ha subrayado que la ciudad española del Norte de África "está sufriendo una presión migratoria tremenda y un Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) más que saturado".
El representante gubernamental ha señalado en este sentido que el Ejecutivo "va a hacer más esfuerzos" para contener esta presión, como acelerar las medidas anti-intrusión consistente en la colocación de mallas anti-trepa por la que los inmigrantes no puede introducir los dedos para escalar la alambrada y 100 agentes más de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional que se sumarán a los 180 agentes que están en la frontera de la Reserva de la Guardia Civil (los GRS).
Abdelmalik El Barkani ha indicado que otra medida puesta en marcha es la aceleración igualmente de la remisión hacia la Península de inmigrantes que hayan cumplido todos los trámites documentales, en unos casos para su acogida por ONGs y en otros para su ingreso en Centro de Internamientos de Extranjeros (CIE) en los casos que pueden ser repatriados.
En este sentido, ha confirmado que un primer grupo de 150 inmigrantes fue remitido de forma urgente el mismo miércoles de la avalancha y "en los próximos días se continuará con estos traslados", si bien no ha querido dar detalles "para no dar una información que puede ser usada por las mafias de la inmigración".
El delegado ha indicado que los saltos "se pueden producir en cualquier momento" mientras exista una "bolsa importante de inmigrantes desesperados" al otro lado de la valla, en los bosques marroquíes, y por ello ha reconocido que "los avistamientos son constantes", por lo que deben extremar la vigilancia.
Por último, ha admitido la "difícil situación del CETI" porque su capacidad óptima es de 480 si bien ha recordado que "desde hace una década siempre ha tenido el doble de su capacidad aunque ahora la duplica" ya que en la actualidad hay en su interior unos 2.250, algo que obliga al personal hacer un sobre esfuerzo para atenderles así como a la instalación de tiendas de campaña para poder darles alojamiento.
