Actualizado 01/08/2018 17:46

Melilla pide controles en el Centro de Acogida de Menores en busca de armas y drogas

MELILLA, 1 Ago. (EUROPA PRESS) -

El consejero de Bienestar Social de Melilla, Daniel Ventura (PP), ha anunciado que ha remitido un escrito a la Fiscalía en la que pide autorización para que las fuerzas y cuerpos de seguridad puedan hacer controles en el Centro de Acogida de Menores para buscar armas blancas, drogas y otros elementos peligrosos que puedan poseer los menores no acompañados (MENA) que rondan entre los 16 y los 17 años de edad.

Ventura ha admitido que también ha comunicado la petición a la nueva delegada del Gobierno, Sabrina Moh (PSOE), y ésta le ha respondido que la medida podría "criminalizar a los menores", algo con lo que no está de acuerdo Ventura, que defiende que "la medida va en beneficio de la seguridad de los propios MENA".

La petición del consejero de Bienestar Social se produce después de varios episodios violentos en el seno de un centro de acogida planteado para acoger a 200 menores pero que, dada la gran entrada de MENA procedentes de Marruecos, ronda ya los 600. El último suceso fue protagonizado a mediados de junio por un educador que fue detenido acusado de agredir con una navaja "en el glúteo y en la espalda" a uno de los menores después de intentar evitar una reyerta entre menores en el interior del centro.

EVITAR PELEAS Y SUCESOS

Daniel Ventura ha defendido su petición aduciendo que ya la propia Guardia Civil realiza habitualmente controles en los alrededores del Centro de Acogida de Menores de 'El Fuerte de la Purísima' y que su objetivo ahora es que la petición que ha realizado por escrito a la Fiscalía hace 15 días "también sea respondida por escrito".

El titular de Bienestar Social ha rechazado que esta petición intente criminalizar a los MENA, sino buscar una mayor seguridad en el centro, permitiendo a Policía y Guardia Civil realizar controles de seguridad no solo en los alrededores del centro sino también en su interior, "para buscar armas blancas o sustancias estupefacientes" cuando tengan sospechas de su presencia en el mismo.

Ventura ha sostenido que quienes suelen hacer uso de estos elementos no son niños sino jóvenes que rozan la mayoría de edad, "chicos que van desde los 16 a los 17 años", que a juicio crean "más problemas que los adultos".

Por último, ha recalcado que estos controles en el centro de menores "evitarían peleas" entre los propios MENA que, según admite, son frecuentes y originan problemas de convivencia y de seguridad que perjudican principalmente a los propios menores.

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