Actualizado 13/05/2006 18:48

Sucesos.- La Policía desarticula en Ceuta una red dedicada al tráfico y explotación de trabajadores irregulares

Tres personas fueron detenidas como responsables de la red y otras once, una de ellas menor de edad, como trabajadores ilegales

CEUTA, 13 May. (EUROPA PRESS) -

Agentes de la Dirección General de la Policía adscritos a la Ucrif de la Jefatura Superior de Ceuta desarticularon hoy en la ciudad autónoma una red dedicada "al tráfico ilegal de personas cuyos responsables empleaban a los trabajadores en varios acuartelamientos de Ceuta", según informó la Delegación del Gobierno en la ciudad.

Como consecuencia de la operación, tres personas fueron detenidas y puestas a disposición judicial como responsables de la red y otras once, una de ellas menor de edad, como trabajadores ilegales.

Según esta misma fuente, los tres líderes de la red (una española de 49 años de edad cuya identidad responde a las iniciales S.M.A.; un marroquí de 26, M.K., ambos como responsables de la empresa; y L.H.A.,organizador de la misma) captaban a ciudadanos del norte de Marruecos interesados en trabajar en Ceuta a cambio de entre 400 y 600 euros.

Una vez en la ciudad, eran alojados en viviendas propiedad de los tres titulares de la empresa, que les cobraban un alquiler de 300 euros detraído directamente de su nómina, que se reducía así a 100 euros mensuales.

Las investigaciones policiales se iniciaron a finales de abril, cuando se tuvo conocimiento de que una empresa familiar dedicada a la hostelería que tenía la contrata del servicio de bares y cafeterías de varios acuartelamientos ceutíes, podía estar empleando trabajadores ilegales procedentes de Marruecos.

Tras constatar "fehacientemente" con la documentación aportada que había 15 trabajadores empleados en cinco acuartelamientos como españoles cuando sus fotografías originales habían sido sustituidas por las de los contratados, la Policía decidió intervenir.

Del mismo modo, los agentes tuvieron conocimiento de que prácticamente todos los trabajadores ilegales vivían en dos viviendas propiedad de los titulares de la empresa desde donde eran repartidos y recogidos a diario en un vehículo de la empresa.

Nueve de los once trabajadores irregulares son marroquíes de entre 20 y 27 años de edad; uno de ellos es una mujer española de 34 años cuya identidad corresponde a las iniciales N.M.M. y otro más es un menor de edad cuya nacionalidad no ha sido detallada.