MADRID, 29 May. (CHANCE) -
La top brasileña, elegida la mujer más bella del mundo en numerosas ocasiones, ofrece su lado más natural, fresco y desenfadado en el número de junio de ELLE. La modelo aparece fotografiada con poca ropa, pero lo que de verdad ha desnudado ha sido su interior: "Quiero conocerme a mi misma cada vez mejor. Puedo ser madre, esposa, amiga, modelo y desempeñar bien todos esos roles, pero mi relación mas importante es conmigo misma".
"Lo que de verdad me gustaría no es ir a ver un partido del Mundial, sino jugarlo y marcar un gol" dice la modelo en un reportaje en el que saca su pasión futbolística posando con los colores de Brasil. A sus 33 años, después de veinte años de carrera y tras haber dado a luz a dos hijos, muestra su espectacular físico y desvela algunos de sus secretos de belleza: "He comprendido lo importante que es nutrirme bien. El cuerpo es como un templo, un regalo que debemos honrar y cuidar".
En la entrevista, Gisele habla de la importancia de una alimentación saludable, de su pasión por el deporte, de cómo sus hijos marcan ahora sus horarios y de la vida que le espera cuando ya no sea modelo. Pese a vivir en Boston, por motivos de trabajo de su marido, el jugador de fútbol americano Tom Brady, la top habla también de su amor por Brasil y la importancia de sus raíces. "Estoy muy orgullosa de haber nacido en Brasil. Me encanta el espiritu de su gente. Se respira amabilidad y siempre te sientes muy bien recibido" asegura.
Al son de la música brasileña y así de divertida se ha mostrado la topmodel, que incluso se ha atrevido a pelotear un balón en tacones. Sensual y deportista, Gisele posa con los colores de Brasil, y demuestra, a sus 33 años, el espectacular físico que mantiene, vestida tan solo con la bandera del país.