MADRID, 8 Nov. (CHANCE) -
Grandes promesas del cine tuvieron la mala suerte de morir antes de tiempo debido a accidentes, enfermedades o problemas con las drogas y el alcohol. Por una parte, esto ha hecho que sus películas se hayan consagrado como grandes imprescindibles del mundo del cine pero, por otro, sus muertes a una temprana edad finalizaron con la posibilidad de volver a verles en la gran pantalla. Este es el caso de actores y actrices tales como Marilyn Monroe, Cory Monteith, Brandon Lee, Paul Walker, Heath Ledger, River Phoenix o Bruce Lee.
Pero, ¿qué pasa cuando se usa la tecnología CGI para traer de vuelta a las estrellas? El debate se ha abierto después de que la productora Magic City Films anunciase el pasado miércoles que el difundo James Dean volvería a la pantalla grande 64 años después de su muerte, en la película Finding Jack. Recordemos que el prometedor actor falleció a los 24 años en un accidente automovilístico, con tan solo tres papeles protagónicos a sus espaldas.
"Buscamos por todos lados el personaje perfecto para representar el papel de Rogan, que tiene algunos arcos de transformación extremadamente complejos y, después de meses de investigación, nos decidimos por James Dean", comenzó diciendo el director Anton Ernst al medio The Hollywood Reporter. "Nos sentimos muy honrados de que su familia nos apoye y tomaremos todas las precauciones para garantizar que su legado como una de las estrellas de cine más épicas hasta la fecha se mantenga intacto. La familia ve esto como su cuarta película, una película que nunca llegó hacer. No tenemos la intención de decepcionar a sus fanáticos", finaliza.
Horas después de darse a conocer el comunicado fueron muchos los cinéfilos que empezaron a criticar a la productora y el director de la película. Entre ellos, no podían faltar señalados actores y actrices como Chris Evans, Elijah Wood, Zelda Williams o Dylan Sprouse. Y es que, a la industria del cine no le ha sentado muy bien que se le quite un papel a un actor vivo para recrear a uno muerto por ordenador. Incluso muchos de los fans de Dean se sienten insultados tras conocer los planes de la productora cinematográfica.
Fue Chris Evans uno de los primeros actores en mostrar su opinión en Twitter: "Estoy seguro de que estaría encantado. Esto es horrible. Tal vez podríamos conseguir un ordenador que pintase un nuevo Picasso. O escribir un par de nuevas canciones de John Lennon. La completa falta de compresión es vergonzosa", escribió, siendo fiel a su uso de Twitter como plataforma para dar voz a las injusticias.
Tras él, Dylan Sprouse también expresó su opinión en la red social, muchos menos edulcorada: "Mark Roesler, CEO de CMG Worldwide, junto con un grupo de famosos con poca personalidad, describió la película como 'una oportunidad completamente nueva para muchos de nuestros clientes que ya no están con nosotros". Algo que debería ser leído como: '¡Encontré una nueva forma de robar tumbas de muertos y ordeñar a los fans por menos!", escribió.
Por su parte, Elijah Wood lo resumió todo en un: "NOPE. Esto no debería de estar ocurriendo", mientras que Zelda Williams fue algo más explícita: "Durante años he comentado esto con mis amigos y nadie me creyó cuando dije que la industria se rebajaría hasta estos límites cuando la tecnología mejorase suficiente. Truco publicitario o no, utilizar a los muertos como títeres solo por su influencia sienta un precedente terrible para el futuro", escribió la actriz.
Seguramente todavía queden muchos famosos por opinar sobre el tema, especialmente cuando estamos hablando de la posibilidad de revivir personas fallecidas y añadirlas a las producciones cinematográficas, una opción que reduciría los costes de producción y disminuiría notablemente las oportunidades de trabajo de los actores y actrices de Hollywood. Parece que vamos a tener James Dean para rato.
