MADRID, 30 Dic. (CHANCE) -
Si ya ha habido tributos a Queen o Michael Jackson, ¿por qué no hacerle un tributo a la reina del pop? Madonna es por excelencia una de las estrellas más talentosas de los últimos cuarenta años y no hay persona en este mundo que no conozca al menos una de sus canciones. La diosa del pop se ha convertido en un mito en el mundo de la canción y también se merece su propio tribuno.
Remember, Live Tribute to Madonna es el tributo que todos los fans de la estrella estaban esperando. De la mano de Claudia Molina como la indiscutible reina de pop, el musical se desarrolla en cuatro partes, años 80, años 90, años 2000 y última era, y repasa la exitosa carrera de la artista. Con una puesta en escena muy cuidada, coreografías y vestuarios milimetrados y una protagonista que ha sido capaz de adquirir la esencia de la propia Madonna, Remember es un espectáculo en toda regla. Y Claudia se ha sentado con nosotros para contarnos todos los detalles de este musical.
CHANCE: ¿Por qué escogiste formar parte de este proyecto y convertirte en Madonna?
CM: Cómo ha llegado hasta mí... Pues los productores, que son Senda, me vieron en un espectáculo que estaba haciendo en La Latina, y al poco me llamó uno de ellos y me dijo: "Jolines Claudia, es que te hemos visto y hemos encontrado el sentido a un proyecto que llevaba mucho tiempo en el cajón porque no nos habíamos puesto y porque tampoco teníamos a una persona, y cuando te hemos visto en el escenario creemos que cumples lo necesario y que además tienes una ligera similitud física", y me propusieron hacer este tributo a Madonna. Y yo que siempre he sido fan de Madonna, pues claro, imagínate, me uní directamente al proyecto sin dudar y con la respectiva responsabilidad que supone hacer un proyecto así e interpretar a Madonna, porque es cierto que yo la conocía por ser fan, pero cuando la he empezado a analizar al detalle... la admiro aún más.
CH: Porque además, Madonna es la reina del pop, eso es un reto, no solo ya a nivel vocal sino al meterte en su piel. Tienes que creerte una diva porque si no te lo crees no puedes meterte en el papel. ¿Qué pasa por tu cabeza cuando te sientas y dices: "Madre mía, voy a ser Madonna"?
CM: Pues un miedo absoluto, bueno miedo no es la palabra, es como un abismo, una responsabilidad. Pero sí, tú lo has dicho, Madonna se ha ganado el titulo de la reina del pop, es una de las mujeres más poderosas del mundo, lleva años haciendo grandes éxitos, ha ganado todos los premios que se puedan ganar y más. Sabe bailar, cantar, producir, actuar, dirigir, escribir libros... es que hace absolutamente todo, así que ponerme en la piel de ella sin duda es una responsabilidad, pero me siento muy afortunada, y es cierto que la he estudiado mucho y la sigo analizando y la sigo viendo en repetidas ocasiones.
CH: ¿Cómo fue ese proceso de estudiarla para convertirte en ella?
CM: Pues verla, verla como si no hubiese un mañana, escucharla como si no hubiese un mañana y analizarla como si no hubiese un mañana. Es verdad que este proyecto empezó a coger forma unos ocho meses antes de estrenarlo, pero realmente la etapa de ensayos concentrada fue dos meses antes del estreno. Entonces, aunque yo venía con un trabajo previo, es verdad que me centré al 200% en este proyecto, en esos dos meses previos al estreno. Así que, durante esos dos meses yo creo que comía, dormía y pensaba todo con esta mujer, no tuve vida.
CH: ¿Qué tal la parte de cantar?
CM: Yo siempre he dicho que es una atleta, porque la gente sabe que no es fácil, pero, aun así, cantar y bailar a la vez es muy complicado, porque se dan de leches dos técnicas que se utilizan. Tú para cantar utilizas una técnica de respiración diafragmática y para bailar no, porque tienes que tirar del pulmón, entonces ahí tienes una contradicción de como debes utilizar la herramienta en contra de lo que has aprendido. Luego también, que la patata te dé de sí, o sea, que el corazón aguante y que a nivel muscular estés en forma para aguantar eso. Como te digo, Madonna es una atleta, pero sí que me he esforzado mucho a nivel físico y he trabajado mucho para poder bailar y cantar a la vez y aguantar tiempo seguido.
CH: ¿Qué vamos a ver en el espectáculo?
CM: Pues en el espectáculo hacemos un viaje recordando todos los grandes éxitos de Madonna de todos los tiempos. Vamos a ver tanto coreografías como vestuarios literales a los que ella ha hecho, haciendo un claro homenaje. Y hay otra parte que está creada por nuestro coreógrafo y la creadora del vestuario, que no son exactos pero son muy poderosos. Además, tenemos unos músicos en directo, que es la banda de música Ray Band, y estamos en riguroso directo.
CH: ¿Cuál es la parte que a ti más te gusta?
CM: Pues creo que hay dos partes. Una es la parte en la que aparezco, porque la gente está esperando a ver a esa mujer que viene a interpretar a Madonna y están con muchas expectativas puestas en eso y como que noto esa energía. La gente está predispuesta a verte y la gente viene con ganas de pasárselo bien y desde el minuto uno están interactuando conmigo. Me siento apoyada porque hay un punto de responsabilidad que digo: "Madre mía, imagínate que yo aparezco ahí caracterizada y la gente me tira tomates o algo", pues no, he tenido mucha suerte. Entonces ese primer momento que yo aparezco presentándome en el escenario el público lo recibe muy guay, es como un momento muy molón, muy poderoso. Y el otro momento creo que es cuando hacemos un mix especial de muchos temas y ahí me siento muy conectada con el público, porque la gente se envalentona y me dice cosas y me grita cosas bonitas y eso me mola.
CH: ¿Crees que es un espectáculo solo para los fans de Madonna o que puede ir cualquier persona?
CM: Evidentemente, creo que todos los fans de Madonna tienen que venir, porque lo van a disfrutar, pero también creo que pueden venir simplemente las personas que han crecido con las canciones de Madonna. Cualquier persona conoce los grandes éxitos de Madonna aun no siendo su fan y a cualquier persona que le guste la buena música tiene que venir porque va a disfrutar de un concierto en directo de grandes éxitos que va a conocer.
CH: Ese momento final en el que todo acabado, la gente se levanta y empieza a
CM: Bueno, ahí quizás mucha gratitud, porque acabas de esforzarte durante hora y media en hacerlo lo mejor posible y cuando terminas, y ya has demostrado todo lo que puedes ofrecer, que el público que el público te agradezca con una ovación es muy hermoso. Es la recompensa del esfuerzo y el trabajo que hemos hecho.
CH:¿Cómo es la evolución de Maddona?
CM: Madonna tuvo un antes y un después en su carrera. Cuando hizo la película Evita dio clases de canto por primera vez y ella cambio su forma de cantar y eso hizo que colocase la voz de otra manera. Así que, hay una diferencia de la voz de Madonna de los años ochenta a después de esta película, porque ya no cantaba igual, entonces esto también lo muestro en el espectáculo.
CH: ¿Eso ha sido complicado?
CM: Sí, es complicado. Por suerte, tengo una tesitura muy parecida a la de ella, entonces, puedo llegar tanto a sus graves como a sus agudos. Pero hay canciones muy complejas en las que hay graves muy graves y hay agudos muy agudos y encima estoy bailando sin parar, entonces hay un momento que dices: "Madre mía, es bestial". Por suerte, tengo una tesitura con la que llego perfectamente, pero sí que es verdad que he tenido que trabajar esa colocación. Es complejo, pero ahora mismo, como ya lo se hacer, es muy fácil porque ya lo he aprendido, pero el proceso de aprendizaje ha sido eso, hincar codos.
CH: Tantos años como actriz te han servido para encarar mejor esa expresividad que tiene Madonna
CM: Sí claro, la experiencia que yo pueda tener a lo largo de mi carrera influye en todo, no solamente en poder hacer una mejor interpretación. Tengo más control al usar mis herramientas para aplicarlas lo mejor posible. También ayuda estar arriba de un escenario, y yo me he subido en muchísimos escenarios haciendo un montón de espectáculos ya sean de texto o cantando, y eso me hace tener una presencia mucho mas poderosa y tener mas facilidad para sentirme esa diva encima del escenario.
CH: ¿Qué le dirías a la Claudia de hace ya quince años?
CM: Pues ostras... No lo sé, vaya preguntote. Yo creo que me diría: "hija mía lo que te queda". Yo empecé a trabajar con nueve añitos y cuando llegué la etapa de Ana y los siete, que empezó con 16 y acabó con 19 años, yo ya llevaba trabajando diez años. Pero es verdad que Ana y los siete fue un boom en mi carera y a mi me afecto para bien en nivel de popularidad y de trabajo. Pero yo ya llevaba unos diez años trabajando y haciendo series también conocidas, gracias a las que la gente me reconocía, entonces había ido todo muy fluido. Entonces claro, en ese momento como buena adolescente, para mí era eso lo habitual y creía que ya estaba en la cima: ya había hecho cine, televisión y teatro. Pero claro, esa adolescente no sabía lo que le esperaba, y además, yo creo que no sabía que le esperaba la mejor etapa de su carrera, que era valorar y disfrutar la profesión, que es una profesión muy compleja en la que todos valoramos cuando estas en televisión. Pero lo que yo creo que esa adolescente no sabía es que iba a hacer muchos otros proyectos en las que el público no la reconocería, porque claro, el teatro la repercusión no es la misma, pero que le iban a llenar el alma. Así que, desde luego: "Hija, lo que te espera, todavía tienes mucho que hacer".
CH: Habiendo hecho tanto cine como teatro, como televisión y programas, ¿con qué te quedas?
CM: Es verdad que todo es distinto y es injusto elegir porque cada cosa te aporta algo. Al fin y al cabo soy una actriz que interpreta o una cantante que canta, pero el formato es distinto y eso lo cambia todo, y entonces cada cosa tiene un poder especial y algo que me maravilla. Pero, si tengo que escoger, sin duda me quedo con el teatro y deseo poder estar toda mi vida encima de las tablas. Si puede llegar tele y cine bienvenido sea, porque también te da repercusión, currículum y te hace visible, pero lo que me llena el alma es teatro y no me importa que sea bailando, cantando o interpretando.
CH: Entonces, viendo que España se ha convertido en el tercer país con más espectáculos musicales y obras de teatro, tienes que estar encantada.
CM: Sí, estoy muy contenta, sobre todo porque hay muy buena calidad. Y te lo digo como espectadora, no como artista. Hoy en día ir a Madrid a ver uno de los musicales de moda es una maravilla. Antes tenías que coger un vuelo e irte a Londres para ver un musical en toda regla y eso ya no es necesario. Como espectadora eso es un privilegio, un sueño.
CH: Hablando de sueños, ¿a ti en qué musical te gustaría participar?
CM: Pues no sabría decirte. Ahora mismo... A ver, están los míticos. Me encantaría hacer Los Miserables, pero no lo había pensado porque no soy de desear, tengo los pies en la tierra y voy fluyendo. Voy viendo las cosas que me ofrecen y escojo la que me apetece, la que no no, porque yo he venido a este mundo a disfrutar. Y si hay algo que no me ofrecen me lo produzco yo y lo creo yo. Así que no tengo problemas. Entonces tampoco tengo el sueño de hacer algo... quizá el sueño más que algo concreto es poder seguir desarrollándome y poder seguir aprendiendo como artista. Hoy en día con 34 años sigo siendo una chica joven a la que le queda mucho por hacer, y eso me fascina, saber que tengo mil experiencias por vivir que no he vivido y por aprender. Eso me parece algo mágico, sentir que tengo toda la vida por delante.
