MADRID, 4 Mar. (CHANCE) -
Es uno de los Dj y productores musicales más reconocidos de nuestro país a nivel nacional e internacional. Lleva 25 años en la música y desde entonces no ha parado por reciclarse y explorar nuevos horizontes. Oscar Mulero comenzó pinchando con vinilo y después de todo este tiempo se ha ido adecuando a los nuevos tiempos.
El hombre que abría los míticos Oh Madrid y New World, se creó un nombre y un público del que no se ha separado. Ahora regresa a la escena, pero en lugar de hacerlo en los sitios más grandes como Monegros o Sonar donde hacía vibrar a miles de personas, se pone a los platos en pleno teatro.
El teatro Nuevo Apolo de Madrid, con una acústica impresionante, acoge esta noche su Biolive AV, una nueva aventura como explica: "Quería ampliar regristros, con proyectos nuevos y llevarlo al directo me aporta mucho. Mi idea era darle un giro de tuerca".
Bioive -presentado en el Laboral de Gijón el pasado mes de octubre- es un directo audiovisual en el que se conjuga lo mejor de la música electrónica del DJ internacional con un trabajo audiovisual en vivo a modo de diálogo.
El DJ internacional presenta junto con "Fium" -formado por Cristina de Silva y Nacho de la Vega- un directo audiovisual con lo mejor de su música más alejado del baile, más ambiental sin tener que ver con lo que siempre ha hecho: "Es mucho más armónico, más intimista".
Mulero pone la música y Fium la parte audiovisual. Y es que "Fium" es un colectivo artístico que apuesta por la fotografía, el vídeo, el sonido y las instalaciones multimedia. Han llevado sus trabajos a numerosos festivales, museos y centros culturales. Además, desde hace años compaginan su trabajo artístico con el comisariado y la producción de diversos eventos como Arenas Movedizas y el
L.E.V. Festival.
Este es el primer proyecto en directo de Óscar Mulero como productor al margen de su carrera como Dj, el sonido de Biolive busca escrutar el carácter fenoménico de la realidad: "La música y las imágenes van de la mano. Hay una sincronización de ambos donde las imágenes reaccionan con los impulsos de la música".
El que piense que se va a encontrar al Mulero que cierra la noche, asegura: "Es una propuesta que les puede chocar a los jóvenes. Es otro discurso musical. No tiene nada que ver con estar bailando hasta las tres de la mañana". "Buscamos espacios muy cuidados.buscamos espacios perfectos, idóneos. Es un trato con más mimo", argumenta Oscar.
A pesar de estar acostumbrado a las ingentes sesiones, asegura que subirse al escenario le da respeto y que van muy poquito a poco: "Siempre tienes esa sensación. Pero esto da más responsabilidad. Es diferente a los 10.000 ó 15.000 de los Monegros y de Sonar".
Esta noche promete ser muy especial porque entre el público están sus amigos y sobre todo su familia.
