MÓNACO, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
Desde hace tiempo circula la creencia de que ningún miembro de la Casa Grimaldi podrá llegar a triunfar en el amor. El matrimonio de la Princesa Carolina de Mónaco con Ernesto de Hannover parecía romper la infeliz tradición, sin embargo, todo apunta a que la pareja se encuentra al borde del divorcio.
Carolina de Mónaco ha desatado los rumores de su inminente separación de Ernesto de Hannover, después de que haya sido vista a las puertas de los juzgados, según ha informado la revista francesa 'Point de Vue', especializada en familias reales europeas.
La Princesa, al parecer, ha abandonado la casa familiar situada en Fountainbleu, al sur de París, y se ha trasladado al Principado. Además ha cambiado de colegio a la pequeña Alexandra de Hannover, la hija de 10 años del matrimonio.
La pareja lleva casada desde el año 1999 y, junto con Alexandra, tienen cinco hijos de matrimonios anteriores.
Los rumores de posible crisis se han avivado este verano, ya que la pareja no ha sido vista junta desde que acudiesen a una competición deportiva, a principios del pasado junio. De hecho, no acudieron al Baile de la Cruz Roja, cita habitual de la familia monegasca, y cada uno ha veraneado en sitios diferentes. Mientras Carolina se dejaba ver con su yate en Provenza, Ernesto se encontraba en la otra punta del país galo.
"Parece el final", ha dicho una fuente a la publicación francesa. "Tanto Carolina como Ernesto han sido el centro de atención por varios escándalos en el pasado, por lo que están acostumbrados a la polémica, pero esto realmente ha roto sus corazones", ha añadido.
Aunque no sabemos si han sido las polémicas protagonizadas por Ernesto lo que ha agotado la paciencia de la Princesa, seguro que éstas no han ayudado demasiado. Y es que Ernesto de Hannover ha acabado por ganarse a pulso la fama de 'oveja negra' de la monarquía europea.
El año pasado un tribunal de Alemania le condenó a pagar una considerable indemnización tras haber golpeado al gerente de un hotel y por pegar una patada en el trasero a un fotógrafo.
Otra de las controvertidas actuaciones de Ernesto, cuya afición al alcohol lo llevó a sufrir una grave dolencia de páncreas hace algunos años, fue besar a la Reina de Inglaterra durante un banquete real en Alemania, algo que protocolariamente se considera un insulto. O las polémicas fotografías en las que se le veía orinando contra la pared del pabellón turco en la 'Expo' de Hannover del año 2000.
MALA SUERTE EN EL AMOR
La familia Grimaldi, que reina en Mónaco desde el siglo XIII, es conocida por sus escabrosas historias de divorcios, hijos ilegítimos y misteriosas muertes.
A los hijos del Príncipe Rainiero no les ha ido precisamente bien en el amor. La pequeña de los tres hermanos, Estefanía, ha dado mucho que hablar por haber tenido dos hijos junto a su guardaespaldas, Daniel Ducruet, antes de casarse para luego divorciarse de él. Más tarde la Princesa tuvo otro hijo, aparentemente de otro guardaespaldas, y acabó casándose y divorciándose, con un acróbata circense.
El Príncipe Alberto de Mónaco, que reina en el principado tras la muerte de Rainiero en 2005, tampoco se queda atrás. Aunque nunca se le ha conocido una relación formal y no hay signos de que vaya a casarse en un futuro cercano, sí se le conocen dos hijos ilegítimos en distintas partes del mundo. Uno de los vástagos fue el fruto de una relación entre éste y una azafata de vuelo natural de Togo.
La propia Carolina ha estado casada dos veces antes de contraer matrimonio con Ernesto de Hannover. Su primer marido fue el 'playboy' Philippe Junot, de quien se divorció poco después. Más tarde se casó con Stefano Casiragui, quien murió en un trágico accidente de barco.
Aunque quizás el hecho que más ha marcado el destino del linaje monegasco ha sido la muerte de la Princesa Grace, la actriz Grace Kelly, casada con Rainiero desde el año 1949. La madre de Carolina falleció en un misterioso accidente de coche en 1982, algo que Rainiero jamás llegó a superar.
