MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Familia Real, practicamente al completo, celebra el 12 cumpleaños del pequeño Pablo Nicolás. El segundo hijo de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín ha podido disfrutar de una tarde rodeado de familiares y amigos en la que las ausencias más destacadas fueron la de Su Majestad el Rey, que todavía se está recuperando de la reciente operación de su cadera izquierda, y la de los Príncipes de Asturias y sus hijas.
A pesar de las últimas noticias que apuntan que la Infanta doña Cristina podría plantearse renunciar al trono por su marido Iñaki Urdangarin la familia permanece muy unida. Es cierto que, a pesar de todos los problemas que ha acarreado el año 2012 para la Familia Real, la Reina doña Sofía siempre ha intentado mediar y nunca ha querido separarse de sus nietos.
En esta ocasión la Reina se ha trasladado a la Ciudad Condal junto a su hija la Infanta Elena para acompañar a Pablo Nicolás en el Palacete de Pedralbes, residencia de los Duques de Palma donde se ha celebrado el cumpleaños del pequeño. Hasta allí se trasladaron madre e hija en el mismo coche y a su llegada se les pudo ver muy sonrientes y charlando animadamente.
Durante la jornada se pudo ver a numerosos amigos y familiares entrando y saliendo del Palacete, entre los que destacaron los hermanos de Iñaki; al pequeño Miguel, hermano de Pablo Nicolás, a las puertas de la casa; y al propio Duque de Palma que se encargó de recoger unas flores de Pascua que llegaron al domicilio.
A pocos días de que acabe un año muy intenso para la Familia Real la familia ha dejado una imagen de unión y cariño que se contradice con la felicitación navideña de la Casa Real. Por primera vez el mensaje solo ha sido grabado por los Reyes y los Príncipes y las Infantas han quedado relegadas a un segundo plano. Queda claro que la familia se ha separado en dos vertientes, la oficial y la familiar, y que la impulsora de esta última es Su Majestad la Reina.
