MADRID, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
Si hace unos días confesó que rompió las condiciones de su libertad condicional al dar positivo en un rutinario control antidroga, ahora Lindsay vuelve a estar muy arrepentida de sus actos y teme tener que volver a prisión. Bajo las condiciones impuestas por la corte en agosto, la actriz podría ingresar en la cárcel durante 30 días más, en caso de que el juez así lo decidiera.
Pasó más de dos semanas en la cárcel y otras tantas en un centro de rehabilitación y aún así, Lindsay Lohan parece no haber aprendido la lección. En libertad condicional, la corte ordenó que Lohan se sometiera a un control antidroga dos veces por semana y a una terapia para terminar con sus adicciones.
Sin embargo, durante uno de estos controles rutinarios, Lindsay volvió a dar positivo en consumo de cocaína, por lo que la actriz ha tenido que ver revocada su libertad condicional -llegando a emitirse una orden de arresto, que se mantendrá en suspenso hasta este viernes, cuando la actriz se presente ante la justicia.
Ahora, y viendo que el ingreso en prisión por segunda vez es más que probable, Lohan está asustadísima con el fallo de la sentencia.
"Tiene miedo por tener que volver a ingresar en prisión. Es como otra llamada de atención más para ella, de algún modo", explica un amigo cercano a la actriz. "Antes todo le daba igual y no se tomaba nada en serio y ahora se lo piensa todo dos veces".
"Sus amigos de verdad están muy contentos de que esto le esté pasando. No sabían qué hacer para que Lindsay les prestara atención. Puede que sea esto", añade la fuente.
Aunque habrá que esperar a la decisión de la jueza que instruye el caso, todo apunta a que Elden Fox podría ordenar el reingreso en el centro de rehabilitación de Lindsay, en vez de volver a meterla en prisión.
