MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
En vísperas de que se celebre el evento con más glamour del mundo, el famoso Baile de la Rosa en Mónaco, las Princesas Charlene y Carolina acudieron a un cóctel en el Hotel de París, en Montecarlo. Se trataba de una especie de ensayo previo al gran evento.
Charlene, con un vestido muy sobrio en gasa gris y discretos pendientes, se recogió su melena rubia en un moño. Parece que poco a poco se va acostumbrando a las cámaras y a la rutina de eventos sociales e inauguraciones.
La hija mayor de Rainiero y Gracia, con un look muy veraniego, eligió un look muy colorido: vestido con transparencias y encajes de flores en tonos rosados y violeta. Además, lo combinó con una elegante chaqueta en tono metalizado.
Ambas princesas conversaron afectuosamente, y parece que se llevan muy bien a pesar de que ahora es Charlene quien, por su matrimonio con el Príncipe Alberto, es la Primera Dama de Mónaco
Como siempre, la Princesa Carolina da siempre mucha importancia a los detalles y sus complementos, elegidos con mucho gusto, combinaban a la perfección con su vestido. Natural y sin recurrir a agresivas operaciones de cirujía estética, Carolina de Mónaco es una de las mujeres que sabe envejecer.
La hija de Grace Kelly, siempre fiel a su estilo personal, ha trabajado para que el pequeño reino de 'cuento de hadas' mantenga el encanto y la elegancia de otros tiempos, cuando su madre aún vivía. Ahora le toca continuar a Charlene con esa tarea.