MADRID, 15 Feb. (CHANCE) -
Tres son los adjetivos que describen la nueva propuesta de Ángel Schelesser: sobriedad, luminosidad y feminidad. Diseños sin estridencias que dan lugar a prendas equilibradas y muy serenas. Así nace una colección que nos hace volver a los 70's.
Destacan las siluetas evasé que combinan con volúmenes más amplios. Vestidos con mangas que se alargan, de twill de seda que vuelan al caminar. Para la noche, reina el negro en vestidos lenceros largos y con detalles de encaje en escote y cintura. Tampoco faltan los jumpsuits, ajustados al cuerpo y de escote en pico.
Según avanza el desfile, la sobriedad del blanco y el negro se va quedando atrás, y abre paso a una paleta de color más amplia, en la que encontramos el granate, el azul marino o el verde botella, dando el toque más otoñal.
El corte midi está presente en las faldas y en los vestidos que se turnan con pantalones masculinos, anchos y rectos, blusas delicadas y abrigos de paño oscuros. Los estampados son muy gráficos, pequeños y sutiles lunares, o grandes y definidas pinceladas.
No faltan los detalles en cuanto a complementos: reinan los abrigos de astracán, las chaquetas y las estolas de pelo, las bufandas y los pañuelos maxi y los jerseys XL de lana. En cuanto a los zapatos, predomina el masculino, nada de tacón, excepto para algunos vestidos de noche.
Y para finalizar, el color irrumpe en la noche con vestidos largos en punto de seda naranja, al que se añaden el verde oliva, rojo y negro. Escotes imposibles, también a la espalda, que conforman exquisitos diseños.
