MADRID, 1 Sep. (EUROPA PRESS) -
Una inmensa caja de madera custodiaba la pasarela y, al mismo tiempo que la primera nota musical llegaba a nuestros oídos, el propio diseñador salía a escena para desvelarnos el contenido de la misma: Las modelos luciendo sus espectaculares creaciones.
Un fantástico comienzo para presentarnos una dulce colección que se ha movido entre todas las tonalidades del rosa: flamenco, coral, sandía, palo de rosa, chicle, frambuesa* Pero no todo ha sido de color de rosa, el hueso, piedra y oro también han tenido su momento.
Todos estos colores han cobrado vida en prendas que simulaban las siluetas florales. Unas con voluminosas y abullonadas faldas, otras más rectas e incluso algunas formadas por capas envolventes como pétalos.
Las sedas y organzas han sido las grandes protagonistas de Duyos, aunque también nos hemos deleitado con suaves combinaciones de brocados y transparencias. Las flores también han llegado en forma de estampado y cosidas en relieve sobre el bajo de unos pantalones o en el escote de una camiseta.
Y es que lo que el diseñador ha querido pretender en todo momento ha sido exaltar la femineidad contemporánea con mujeres luminosas, vitales, fluidas y etéreas.
Los complementos de Duyos consisten en espléndidos cinturones y salones dorados y unas impresionantes gafas de sol con montura redonda y en color oro.