MADRID, 21 Feb. (CHANCE) -
Desde que naciera su hijo Diego hace siete años, Inés Sastre se ha mantenido alejada del cine metida de lleno en el cuidado de su hijo. La guapa modelo reside junto a su hijo en París, donde acaba de recibir la Medalla de Caballero de la orden de la Artes y las letras de Francia, y entre premios y ejercer de madre, ha volado a Madrid para charlar con la revista ELLE.
Con el pelo más corto sumándose así a la tendencia de moda, y su escultural cuerpo, la modelo e icono internacional posa espectacular para un reportaje gráfico en el número de marzo de la revista ELLE. El pasado noviembre cumplió 40 años, y como ella misma reconoce en la entrevista ha "entrado con muchísima fuerza en esta década de mi vida".
La top vallisoletana tiene el corazón ocupado por el empresario maderero Michel Alfano, reconoce que la treintena no fue su mejor época y que ahora atraviesa un buen momento. "Personalmente he encontrado la treintena como unos años difíciles, sueles tener el primer hijo y el gran cambio en el trabajo. En el plano sentimental, eres mayor para los hombres de 20 y demasiado joven para los de 40 o* 50. Ahora me está "yendo muy bien en la vida".
En cuestión de belleza no cree en los milagros, "soy de las que cree en la constancia que en los tratamientos de choque" y desvela uno de sus secretos de bienestar mejor guardados: "Me levanto con zumo de limón, que es buenísimo, y me acuesto con una manzanilla". No se apunta a la práctica tan de moda hoy en día del yoga porque reconoce que no está hecho para ella, "nunca he conseguido meditar, me pasa lo mismo con el yoga. ¡Creo que estas disciplinas no son para mí!".
Sastre reside en París desde hace ya muchos años, pero no niega que echa en falta algunas cosas de España. "Pienso seguir viviendo en Francia, donde voy con mi hijo a la ópera, quizás de las mejores del mundo. Es una de mis grandes aficiones pero no puedo negar que echo de menos el carácter de la gente de España y también la luz".
