MADRID, 12 Abr. (CHANCE) -
Es tradición que los Reyes presidan la misa de Pascua del domingo de Resurrección desde la Catedral de Mallorca, donde la Familia Real pasa las vacaciones de Semana Santa. Una cita que Don Felipe y Doña Letizia han mantenido tras su proclamación.
Sin embargo, igual que el resto de tradiciones ausentes durante esta Semana Santa con motivo de la crisis sanitaria en relación al COVID-19, el Rey Felipe VI y su familia no han viajado hasta la isla balear, permanecen confinados en el Palacio de la Zarzuela, siendo esta la primera vez que los miembros de la Casa Real no acuden a la citada catedral en 25 años, desde que se convirtió en una fiel tradición en 1995.
Eso sí, el obispo Taltavull ha oficiado la ceremonia de un manera excepcional y produciendo una imagen única, no solo la ausencia de la Familia Real sino la de los fieles que acuden cada año. Tampoco curiosos al rededor, ni medios de comunicación. Silencio y vacio tanto dentro como fuera de la catedral isleña.
Una misa solemne y sobria, con especial mención y recuerdo a todos los afectados por el coronavirus, así como a los trabajadores de funciones imprescindibles como a los sanitarios.
